Recursos nutricionales
Somos una especie mamífera y omnívora. Como mamíferas, las mujeres producen el alimento exclusivo para sus criaturas durante las primeras etapas de la vida, y como trabajadoras rurales producen, transforman y distribuyen alimentos familiares. De esta manera, durante sus primeros meses y años de vida cubren las necesidades nutricionales de sus hijos e hijas con la lactancia materna y, posteriormente, combinado de muy diversas maneras recursos vegetales y animales obtenidos por medio de la caza, la pesca, la recolección y la producción agrícola.
Cereales, raíces y tubérculos proporcionan el 80% de todos los alimentos que consumimos. Los cereales crecen en grandes masas, tienen semillas ricas en nutrientes esenciales y ciclos vitales anuales que facilitaron su domesticación, selección y cosecha. Los tubérculos son partes subterráneas de vegetales abundantes en los trópicos —tanto en la selva como en zonas áridas—, donde son alimentos esenciales. Los frutos obtenidos de los árboles forman parte de la alimentación humana, pero el banano (originario del Sudeste Asiático) es el único árbol cuyo fruto es un alimento básico, cultivado y consumido en zonas tropicales de todo el mundo.
Los principales recursos nutricionales de origen animal giran en torno a unas pocas especies de mamíferos y de aves domésticas, más ocasionalmente de especies salvajes obtenidas mediante la caza o la pesca. Todas ellas aportan a la dieta proteínas y lípidos, además de numerosas materias primas de uso cotidiano (piel, cornamenta, dentición, abono, etc.).