La música del entorno
La interacción humana con su entorno vital se plasma de forma importante en el empleo de materiales de proximidad para la realización de las diversas actividades cotidianas. Una explotación racional y equilibrada que permite su uso presente, pero también la preserva para usos futuros. Una conservación, quizás interesada, pero a la larga efectiva.
La música, aunque importante, no deja de ser secundaria frente a otras actividades orientadas a la supervivencia, por lo que en la construcción de instrumentos tradicionales es normal el empleo de materiales de deshecho, reciclaje o que sean fáciles de obtener en el entorno próximo y, sobre todo, que no supongan cargas económicas. Se construyen así instrumentos con madera, piel, huesos cañas… para crear una música tradicional sencilla y asequible a las clases sociales más populares —la mayoría de la población.
Si bien la elaboración de estos instrumentos sencillos se asocia habitualmente a los pastores, no es exclusivo de este gremio. Esta visión —aunque en gran parte cierta— fue ampliamente difundida por la literatura pastoril y quedó, como un estereotipo, grabado en nuestra conciencia colectiva. También eran construidos y empleados en otros ámbitos, en muchas ocasiones como juguetes infantiles, especialmente cuando han entrado en desuso en el mundo adulto.
En esta Exposición temporal presentamos una pequeña muestra de ellos, cuyo uso, desgraciadamente, y salvo excepciones, casi ha desaparecido.
Todos los archivos sonoros que acompañan a cada instrumento han sido grabados (tocados por Luis Á. Panero y Juan Mariano Sánchez) con los mismos instrumentos que aparecen en las fotografías (realizadas por Lydia Zarceño), salvo el silbato de corteza y el pandero redondo que, dada su antigüedad y deterioro, han tenido que ser sustituidos por instrumentos semejante de más reciente fabricación. Los textos que acompañan a cada imagen y archivo sonoro corresponden a Luis Á. Payno.