Pandero redondo (madera, piel)
La piel y la madera constituyen los materiales de los que está construido el pandero de la imagen, encontrado entre las ruinas de una casa en las afueras de Medinaceli. Se caracteriza porque la piel, de cabra, mantiene el pelo original hacia la parte exterior, aunque debido a su antigüedad lo ha ido perdiendo.
Es muy posible que el bastidor sobre el que está montada y claveteada la piel proceda de alguna vieja criba o cedazo, útil empleado para seleccionar el grano o los áridos de un determinado tamaño en función del diámetro de los agujeros que se practicaban en la piel tensa. Estas mismas cribas, aun con agujeros ya hechos, podían también cumplir las funciones de pandero.
En la música tradicional se emplean panderos circulares de muy diversos tamaños. Los más grandes solían tocarse con baqueta o porra y los más pequeños, denominados panderetas, con la mano directamente. Se solía fijar, a lo largo del aro, diferentes tipos de sonajas, como trozos de hojalata, cascabeles o campanillas para reforzar el sonido.
Panderos redondos aparecen en la iconografía desde la más remota antigüedad, encontrándose ya en escultura de la antigua Persia, Egipto, Grecia y civilizaciones posteriores.