Tejoletas de hueso (huesos de costilla de vaca)
Dos fragmentos alargados de distintos materiales, colocados entre los dedos índices, corazón y anular de la mano, se hacen repicar mediante un movimiento de muñeca obteniendo diversos ritmos.
Para la música tradicional se suelen fabricar con fragmentos de teja o loza rota (de ahí el nombre de tejoletas), con tablillas de madera planas y otros materiales como huesos de costillas.
Existen referencias muy antiguas de estos instrumentos, en el Egipto de la antigüedad realizadas con dientes de hipopótamo o con tablillas a las que tallaban en forma de manos.
Cervantes cita éste instrumento en varios pasajes de sus obras, el más conocido es el de Rinconete y Cortadillo: “ […] viendo esto Monipodio, quebró un plato y hizo dos tejoletas, y, puestas entre los dedos, llevaba el contrapunto al chapín y a la escoba.”
A pesar de estar muy extendido por toda la Península Ibérica ácticamente todo el mundo sabía cómo tocarlas, en las últimas décadas su uso casi ha desaparecido.