Pitos de alcacel (tallo de avena)
Un tallo de cereal (alcacel) es utilizado para construir un instrumento de viento muy extendido y conocido en cualquier lugar en el que se encuentren este tipo de vegetales, cultivados desde tiempos remotos.
Se corta un tallo de centeno, avena o cualquier otra especie que sean suficientemente grueso y largo, cerrado en un extremo por un nudo y con el otro extremo abierto, preferiblemente no muy seco. Mediante un objeto cortante bien afilado, y en el extremo próximo al nudo cerrado, se separa un tramo lateral de fibra para formar una lengüeta que vibrará al paso del aire. Con un alambre caliente o bien con la punta de una navaja se pueden practicar varios agujeros para la digitación.
A pesar de que éste humilde instrumento estacional y perecedero se considera más juguete infantil, el pito de alcacel fue muy conocido desde la antigüedad hasta tiempos recientes en toda la Península Ibérica y está presente en la literatura clásica, e incluso en grabados como los de Bonani de instrumento musicales.
Suele aparecer con la denominación de zampoña (nombre que también reciben instrumentos semejantes hechos de caña con uno o más tubos sonoros).
Cervantes en El Quijote lo cita en forma de refrán: «Ya está duro el alcacel para zampoñas«, en el sentido en que ya se ha pasado el momento o la ocasión para hacer algo.