Rabí de calabaza (calabaza, crin de caballo, madera, piel)
En épocas de carnaval y otras fiestas que implican actividades lúdicas, se suelen fabricar instrumentos perecederos para usar durante ese periodo y sin afán de conservación por mucho tiempo. Es el caso de este rabí de calabaza procedente de Lagartera (Toledo). Se emplea en su construcción una calabaza vinatera seca, con el cuello alargado, que pueda servir de mástil.
Se le corta una sección lateral de la pared y sobre ella se tensa una piel. En el extremo de la calabaza se inserta un trozo cilíndrico de madera a modo de clavija y se coloca una cuerda de crin de caballo. El arco es semejante al de otros rabeles, aunque a veces se hace más largo se le cuelgan cascabeles ya que a la vez que se toca acompañando temas carnavalescos se usa el arco como fusta para golpear y molestar a otros asistentes a la fiesta.
Es evidente que en estos casos no prima la calidad musical ni la afinación del instrumento, sino la fiesta y el alborozo. Muy probablemente la costumbre de interpretar con rabel coplas satíricas, criticas con las autoridades o de contenido erótico, proceda de su uso en épocas carnavalescas, durante las que había más permisividad con los contenidos y actitudes más irreverentes.