Salud, sexo y género

Las diferencias sexuales reflejan diferencias biológicas entre hombres y mujeres expresadas en aspectos anatómicos, fisiológicos y conductuales relacionados con la reproducción. Son diferencias que se expresan a lo largo del ciclo de la vida, con diferentes ritmos de crecimiento, maduración y envejecimiento y una distinta sensibilidad frente a factores ambientales, que globalmente es mayor en los hombres, aunque las mujeres pueden presentan mayor sensibilidad o respuestas diferenciales frente a algunas situaciones concretas. Hombre y mujer son categorías de sexo.

Las diferencias de género son resultado de construcciones culturales que definen los comportamientos, actividades y relaciones de poder culturalmente construidas para hombres y mujeres. Pueden generar diferencias en la expresión de enfermedades comunes en ambos sexos (tanto en el riesgo de contraerlas, como en la proporción de afectados y en la gravedad).

La incorporación de las políticas de género en la OMS permitió abordar y comprender de manera sistemática el papel del género y del sexo en el ámbito de la salud, enriquecidas con reciente información sobre vigilancia de la salud gracias a los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030, especialmente a través de dos de las cinco áreas establecidas: “Salud sexual y reproductiva, materna del recién nacido y del niño”, y “Lesiones y violencia”