Salud reproductiva y riesgos del parto
El temprano uso del fórceps se asocia con el conocimiento de la anatomía femenina y la fisiología del parto y su uso, antaño y en la actualidad, es un intento de facilitar el parto para reducir los riesgos de la maternidad asociados a partos obstruidos. Este instrumento nunca estuvo al alcance de las parteras tradicionales.
En el siglo XXI se sigue utilizando el fórceps con diseños semejantes a los más antiguos, si bien más aerodinámicos y con muy diferentes tasas de uso entre hospitales y países. Aunque se recomienda evitarlo en lo posible, Irlanda y España encabezan la tasa de partos instrumentales en Europa, más de la mitad de los cuales ocurren con fórceps. En algunas maternidades madrileñas en torno al 10% de los partos finalizan con el uso del fórceps.