Proporción de sexos al nacer: diferencias de sexo y desigualdad de género

Proporción de sexos al nacer: diferencias de sexo y desigualdad de género
1801-1900. Maestro repartiendo hojas de papel de arroz, imagen realizada con estética occidental destinada al comercio europeo. En China la implantación durante 45 años de la ley del hijo único, unida a la utilización de técnicas de ultrasonido para la determinación temprana del sexo (que permitía abortar selectivamente los fetos femeninos), determinó un gran déficit de mujeres, que alcanzará su máxima expresión en 2030 © Museo de Nacional de Antropología

Proporción de sexos al nacer: diferencias de sexo y desigualdad de género

La proporción secundaria de sexos (PSS), el número de nacimientos masculinos por cada 100 femeninos en un año, es un importante indicador biológico, sanitario, sociocultural y, en ocasiones, de políticas demográficas, que permite comprender aspectos fundamentales de la biología de nuestra especie. La PSS favorable a los varones es una característica específica, bien documentada, que compartimos con el resto de los mamíferos y que durante la mayor parte de nuestra historia biológica ha sido independiente de la preferencia cultural o personal por uno u otro sexo.

La media mundial de la PSS es de 106 nacimientos masculinos por cada 100 femeninos, pero existe una cierta variabilidad con la edad de maternidad (más elevado entre las jóvenes), entre poblaciones (con un mínimo de 103 en poblaciones subsaharianas y en torno a 110 en las asiáticas) y temporal.

La marcada preferencia por el nacimiento de un niño (en China, India y otros países asiáticos como Corea) fue acompañado por el aumento de los abortos femeninos y un desequilibrio elevado a favor de varones entre los recién nacidos. En China la reducción de la fertilidad se convirtió en una prioridad política, que en 1980 se transformó en la llamada «política de hijo único», por la que sancionaba económica y socialmente a las parejas que no la cumplían (excluyendo a algunas minorías). En 2015 cambió de nuevo la política demográfica china, fomentando el nacimiento de dos hijos por mujer, pero persistió la preferencia por los varones.

Las proyecciones de población mostraron que en China e India los hombres superarán ampliamente a las mujeres en edad reproductiva durante más de dos generaciones. Las simulaciones de matrimonio sugieren que el número de hombres solteros que intentarán casarse después de 2030 podría exceder durante varias décadas el número correspondiente de mujeres solteras en más de un 50%, con graves consecuencias socioeconómicas y riesgo de violación de los derechos humanos y de las mujeres en concreto (el secuestro, la trata y la venta de mujeres y niñas, etc.). Ante esas circunstancias, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) convocó sucesivas conferencias sobre el desequilibrio de la proporción de sexos en los países asiáticos (Corea, 1994; China, 2004; India, 2007; y Vietnam, 2011) con el objetivo de sensibilizar del problema a  los países implicados. En India el gobierno prohibió en 2002 las ecografías para evitar el feminicidio, lo que redujo algo la tasa de masculinidad; en China fue la promoción de familias con dos hijos lo que determinó su reducción. En ambos países, la PSS se mantenía en 110 /100 en 2018. [Cristina Bernis]