Mujeres linenses, trabajadoras en Gibraltar

La mayor parte del servicio doméstico de Gibraltar y los trabajos en educación y en sanidad eran cubiertos por mujeres que vivían en La Línea y en otros pueblos de la comarca. Las trabajadoras en Gibraltar tenían condiciones de salario y contratación relativamente precarias, pero éstas eran mejores que en La Línea. Esto les permitía más autonomía económica y evitar el control masculino, al estar lejos de su familia.

Respecto a las empleadas de hogar, la confianza requerida y la deuda moral generada facilitaban que su oficio se heredase. Esto era más necesario si las oportunidades laborales no mejoraban con el paso generacional. La abuela de Vicente Ricardo se crio como parte del cuerpo de sirvientes de un reconocido abogado, y trabajó toda su vida activa con la familia Benoliel-Levi en Gibraltar y en Londres. Con ellos se emplearía también su hija.

Era común que las mujeres más jóvenes dejaran su trabajo en Gibraltar una vez se comprometían con un hombre. Entre las mujeres españolas registradas como trabajadoras en Gibraltar en 1964, el 72 por ciento  eran solteras o viudas.

Familiares y vecinas de todos los entrevistados buscaron trabajo en la colonia tras quedarse viudas o cuando su marido abandonaba su responsabilidad familiar. Además, cuando la administración franquista negaba a ciertos hombres el pase de acceso a la colonia, se hacía más necesario para las mujeres de la familia trabajar en Gibraltar o entrar a la colonia para hacer mandaos (sacar productos de matuteo).