Las tintas y lo ritual

Las tintas y lo ritual
Siglo IV. Detalle del papiro mágico greco-egipcio P.Lond. I 121 (‘GEMF 74/PGM VII’), Tebas (Egipto). Los papiros mágicos greco-egipcios son denominados así por su contenido, que ofrece una valiosa visión sobre las prácticas rituales que quedaban fuera del entorno «autorizado» de la religión en el Egipto de época Imperial romana © British Library

Las tintas y lo ritual

III Usos y usuarios

Uno de los aspectos que conectan la escritura con el campo de lo ritual es su dimensión material. En el antiguo Egipto, por ejemplo, la concavidad del mortero de pigmentos y los huecos de las tintas en las paletas de los escribas estaban frecuentemente protegidos por el símbolo del anillo shen, también conocido como «cartucho». Aunque se han propuesto distintas explicaciones, la necesidad de proteger estos espacios se puede deber a que, según las creencias egipcias, todo aquel espacio (normalmente circular) que creaba un vacío era susceptible de convertirse en acceso al Más Allá y, por lo tanto, era peligroso. Proteger la tinta y sus espacios de elaboración era importante porque la tinta transformaba en tangibles conceptos que se materializaban en nuestra realidad por medio de ella, lo que la convertía en una sustancia con la capacidad de actuar como vehículo de comunicación entre el plano material y el espiritual, lo humano y lo divino.

Los componentes empleados en la elaboración de las tintas también llevaban asociadas propiedades rituales y simbólicas. Así, el hollín de ciertas resinas como el incienso y la mirra constituye el ingrediente más frecuente de las tintas empleadas en las prácticas religiosas y mágicas del Egipto antiguo y romano. Siguiendo el mismo principio, las tintas «rituales» podían elaborarse a partir de ingredientes elegidos por su simbolismo. Los papiros de contenido mágico del Egipto grecorromano incluyen tintas elaboradas a partir de plantas sagradas (GEMF 60/PGM XIII 17-29), de las cenizas de una ofrenda (GEMF 57/PGM IV 2226) o con la sustancia más poderosa de todas: la sangre (GEMF 74/PGM VII 652). Escribir con una tinta determinada en el transcurso de un ritual era un «acto de poder» especial porque los ingredientes de la tinta podían imbuir el mensaje con poderes adicionales.