Estado biológico y salud: aproximación ecológica
Hasta los años setenta del siglo XX, el modelo de salud occidental fue eminentemente biologicista, tecnológico e intervencionista. En esa década, se inició un cambio de modelo con una aproximación ecológica, a través del programa Salud para todos en el año 2000. Sucesivas propuestas de Naciones Unidas a través de la Organización Mundial de la Salud (OMS) integraron la salud en contextos más amplios, primero en los Objetivos del Milenio (2000-2015) y actualmente en los Objetivos de Sostenibilidad (2016-2030) que recogen un modelo ecológico de los determinantes de la salud y a lo largo de la vida.
Salud es la doble situación de equilibrio entre los procesos biológicos y los determinantes ambientales y entre los procesos mentales y las aspiraciones individuales. La rotura de esos equilibrios (por acción de factores infecciosos y parasitarios, nutricionales, fisicoquímicos o socioculturales) modifica el «estado biológico», genera enfermedad y puede producir muertes tempranas. Se entiende por «estado biológico óptimo» el resultante de la expresión de los procesos de desarrollo, reproducción y envejecimiento en fenotipos cuyo tamaño, composición corporal y capacidad funcional reducen la probabilidad de enfermar y aumentan la probabilidad de cumplir la máxima expectativa de vida que confiere la pertenencia a una determinada especie.
Para evaluar de manera objetiva la influencia de los sistemas reguladores del ambiente sobre el estado biológico y de salud de nuestra especie biocultural hacen falta indicadores adecuados para todas las etapas del ciclo vital, que informen sobre la expresión diferencial de los procesos biológicos (nacimiento y primera infancia, crecimiento y desarrollo, vida reproductiva, envejecimiento) y sobre las principales determinantes ambientales de morbimortalidad por edades, relacionadas con nutrición, salud sexual y reproductiva, enfermedades trasmisibles y no transmisibles, hábitos nocivos, accidentes, conflictos armados, etc. [Cristina Bernis]