El rito ancestral de la trashumancia
Los orígenes de la cabra blanca monticellana se transmitieron oralmente. La versión más popular habla de algunos hermanos de la familia Minchella quienes entre 1830 y 1840 salieron del territorio de origen (Villa Latina, en Ciociaria) en busca de nuevas áreas para el pastoreo. Domenico Minchella (90 años) —el más anciano descendiente de este linaje— cuenta que el territorio de Villa Latina, siendo puramente llano, obligaba a los pastores a realizar difíciles viajes para alcanzar las dehesas veraniegas situadas en la montaña. Según Domenico, estos desplazamientos separaban a los pastores de sus familias por mucho tiempo.
Esta sería una de las razones fundamentales por las que los miembros de la familia Minchella decidieron ir en busca de nuevos territorios donde la distancia, entre pastura de invierno (río abajo) y pastura de verano (montaña), era relativamente corta. La historia narra que dos o tres núcleos familiares de hermanos partieron juntos de Villa Latina y llegaron al Puente de Pontecorvo (después de 50 kilómetros a pie aproximadamente) donde decidieron tomar dos rutas diferentes. Un grupo se dirigió hacia los Montes Aurunci llegando al distrito actual de Maranola (actualmente, municipio de Formia) mientras que el otro se dirigió hacia Monte San Biagio (Montes Ausoni). De estos dos grupos familiares se habrían originado los principales linajes de los Minchella que aún viven en estas zonas.
Mario Bancaleone, un ex funcionario del ARSIAL, sostiene que un tal Antonio Minchella, nacido en Villa Latina en 1817, fue el fundador de esta estirpe de pastores y que, a mediados del siglo XIX, se trasladó a Monte San Biagio (antiguamente llamado Monticelli) con su rebaño de unas setecientas cabras. A partir de ese período, parece que la cabra blanca despertó el interés de los pastores que ya estaban presentes en ese territorio, comenzando una selección siempre más orientada hacia este tipo de cabra.