Objetivo 1: Fin de la pobreza

Objetivo 1: Fin de la pobreza
Arriba, Bouraga, Tagant (Mauritania), 2008; abajo, Copenhague (Dinamarca), 2017 © F. Sánchez Aguado

Objetivo 1: Fin de la pobreza

La pobreza de una persona tiene muchas causas, pero una de ellas, quizás la más injusta, es la casualidad de nacer en un sitio y no en otro. Igual que la carga genética heredada de nuestros padres nos hace rubios o morenos, o de piel más o menos clara u oscura sin que medie ningún mérito o responsabilidad por nuestra parte, el nacer en algunos lugares del mundo hace que, de entrada, las oportunidades de desarrollo sean radicalmente distintas.

Esas diferencias quedan ilustradas por los dos grupos de niños mostrados, fotografiados los de arriba en una aldea africana, solos, descalzos, alguno desnudo, y en un entorno poco saludable y en el que no sobra nada, mientras que los de abajo han sido fotografiados en una ciudad del norte de Europa, en un entorno seguro, adecuadamente vestidos y alimentados, y atendidos por adultos en un lugar específico para jugar y socializarse.

Dicho lo anterior, y aunque según NNUU el 42% de las personas de África Subsahariana seguía subsistiendo en condiciones de pobreza extrema en 2013 (ingresos de 1,25 $ EEUU diarios), hay bolsas de pobreza en todos los países, incluyendo los más desarrollados, constituyendo una manifestación más de desigualdad.

Entre las metas de este Objetivo 1 (Revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible) están erradicar la pobreza extrema para todas las personas en el mundo para 2030 y, para ese mismo año, reducir al menos a la mitad la proporción de hombres, mujeres y niños de todas las edades que viven en la pobreza en todas sus dimensiones con arreglo a las definiciones nacionales.