Meta 6.4: un uso eficiente de los recursos hídricos

Meta 6.4: un uso eficiente de los recursos hídricos
2019. Proyecto de cooperación española para mejorar la cobertura y gestión del agua y servicios sanitarios en comunidades indígenas quiché, Departamento de Sololá (Guatemala) © FCAS de la AECID  

Meta 6.4: un uso eficiente de los recursos hídricos

La Meta 6.4 se plantea «[d]e aquí a 2030, aumentar considerablemente el uso eficiente de los recursos hídricos en todos los sectores y asegurar la sostenibilidad de la extracción y el abastecimiento de agua dulce para hacer frente a la escasez de agua y reducir considerablemente el número de personas que sufren falta de agua». A través de esta Meta se pretende frenar la escasez de agua para garantizar que los recursos hídricos son suficientes para el uso de las poblaciones, el desarrollo de su economía y la sostenibilidad del medio ambiente, mediante la mejora del uso eficiente del agua en todos los sectores de la sociedad. Tengamos en cuenta que para el año 2050 y al ritmo actual de crecimiento mundial, teóricamente al menos un 25% de la población sufrirá escasez de suministro de agua potable, por lo que es necesario implementar acciones de gestión del agua para garantizar la disponibilidad de este recurso y su gestión sostenible.

Tal vez este sea uno de los puntos más débiles y que necesitan mayor atención en el cumplimiento de los ODS en relación con el uso del agua. Si no se mejora y se hace eficaz la gestión del agua y las infraestructuras asociadas, así como si no se dispone de un conocimiento profundo de los sistemas que proporcionan agua (superficiales y subterráneos), millones de personas seguirán muriendo cada año y se seguirán afectando sistemas naturales dependiendo del agua, lo que supondrá poner en riesgo la sostenibilidad futura de los recursos hídricos destinados a usos humanos y los asociados con la conservación del medio ambiente.

Son muchas la medidas que se pueden aplicar para mejorar la gestión eficiente de los recursos hídricos y disminuir las situaciones de estrés hídrico que generan o generarán conflictos, empezando por el conocimiento científico y técnico de los recursos hídricos disponibles (glaciares, lagos, ríos y aguas subterráneas), minimizar el consumo de agua en los sectores que más lo usan en cantidad, como el agrícola, por ejemplo, con el uso del sistema de goteo, minero (recirculación de aguas) e industrial (reciclado de aguas de proceso), así como el control de fugas de agua o agua no contabilizada en sistemas de transporte almacenamiento y distribución de agua dulce.

La infografía superior corresponde a un proyecto de agua y saneamiento integrales, muy parecido al de Jalapa, realizado por el FCAS en Guatemala para los parajes de Las Canoas y Chirijcruz, municipio de Santa Lucia, Departamento de Sololá, donde a 405 habitantes de etnia maya quiché se les ha dotado de un uso eficiente del agua mediante un sistema de utilización de aguas subterráneas a través de la perforación de un pozo mecánico, estación de impulsión a un depósito regulador y red de distribución. Para realizar el sistema, se elaboraron estudios hidrogeológicos previos para conocer la capacidad del recurso subterráneo y sus reservas y el caudal necesario para la población, todo ello contemplando las necesidades actuales y futuras del recurso.

En los grupos sociales pobres y con bajos ingresos es muy difícil poder mantener sistemas de impulsión por el coste de mantenimiento (en este caso se necesitó una doble impulsión para salvar la altura hasta el tanque de agua), por lo que se decidió, para garantizar la sostenibilidad económica y no solo la natural del recurso hídrico, construir una estación de placas solares en los mismos terrenos que el foso de impulsión. Mediante esta planta destinada a la producción de energía eléctrica que es vendida a la red general de transporte de electricidad, se generan unos ingresos fundamentales para destinarlos a la sostenibilidad actual y futura de la extracción de agua a las dos comunidades.