Meta 6.4: un uso eficiente de los recursos hídricos (II)
La imagen que acompaña a esta Meta refleja, sin lugar a duda, la triste realidad diaria que sufren miles de niñas en Guatemala, que diariamente se enfrentan a la escasez de agua y deben transitar largos caminos terreros para, como es el caso, acarrear a duras penas unos litros de agua, totalmente insuficientes para cubrir las necesidades de un núcleo familiar, generalmente muy numeroso.
La foto fue tomada por el autor en la visita de inspección de obra al proyecto FCAS-Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a la aldea Los Achotes Jumay, en el municipio de Jalapa, Departamento de Jalapa (Guatemala). Esta localidad se sitúa dentro del denominado «Corredor Seco de Guatemala», zona muy vulnerable a las sequías, sin seguridad alimentaria y, por tanto, con frecuentes casos de malnutrición infantil dentro de un contexto de alto grado de pobreza extrema.
Es en este tipo de situaciones naturales y sociales es donde se debe extremar el uso eficiente de los recursos que permita atender a una población que sufre la falta de agua. Sobre todo, si en algunos de los ríos que circulan por el Departamento y ya de por sí muy contaminados, como el Motagua, se realizan extracciones destinadas a uso agrícolas y de otro tipo, viviendo de espaldas a su posible mejora de calidad con las medidas y tratamientos adecuados, permitiendo, a su vez, su posible uso prioritario para abastecimiento a las poblaciones que sufren frecuentes sequías.