Los servicios del poblado obrero

Los servicios del poblado obrero
Primeros años cincuenta. Comedor de la hospedería del poblado de Los Hurones (Cádiz). En primer plano, mirando hacia la cámara, está Enrique Tizón, topógrafo. Fotografía cortesía de Nuria Tizón Nieves

Los servicios del poblado obrero

Los servicios creados por Portolés y Compañía S.A. en el poblado obrero junto a la presa de Los Hurones incluían iglesia, hospedería y albergue con habitaciones y comedores, oficinas, laboratorio, talleres, escuelas, hospital y economato. Estaban disponibles para todas las familias y representaron una oportunidad en comparación con las escasas opciones en las aldeas y fincas cercanas. De hecho los habitantes de éstas también se beneficiaron de ellos: se atendían partos y accidentes en los alrededores, compraban en el economato, y niños y niñas asistían a la escuela pública y por Reyes recibían regalos de la empresa, como los de las familias obreras. No obstante, en ninguna etapa de la obra hubo suficiente vivienda y servicios para todos los trabajadores y trabajadoras.

Los testimonios transmiten conciencia sobre las diferencias de clase y de género en la gestión de éstos. Blasina Orellana (Algar, 1944) trabajó limpiando y sirviendo comidas en la hospedería a cargos técnicos (entre ellos Enrique Tizón, retratado en la fotografía) y cocinando en el albergue donde se alojaban los obreros especializados:

«En la hospedería yo llevaba uniforme y servía la comida a diez o doce hombres que se sentaban a comer bien puliditos, pero en el albergue una mujer no podía atender a los obreros así como así; eran hombres quienes servían por las mesas.

«A los obreros se les daba un plato único de garbanzos, judías o lentejas. Y de postre siempre un trozo de membrillo. En la hospedería, de segundo daban un bistec de carne o algún pescado.»