Las nuevas redes de distribución del agua
El agua llegaba a algunas ciudades y pueblos a través de conducciones y acueductos, más o menos complejos, construidos en diferentes épocas, pero la generalización de las de redes de distribución y la institucionalización y privatización de los servicios de agua ocurre en Europa hacia mediados del siglo XX. Entonces se inicia la paulatina liberación de las mujeres como responsables de importantes aspectos de su gestión, si bien hasta bien mediados los años sesenta del siglo pasado no se universaliza el acceso al agua corriente y saneada en todas las poblaciones rurales de España.
La expectación provocada por la inauguración en Madrid de la primera fuente con la traída de aguas del Canal de Isabel II es buen ejemplo.
En 2015, el 29% de la población mundial aún no tiene acceso a servicios de agua potable gestionados de manera segura (unos 2.100 millones de personas). La mayoría de ellos se concentra en los hogares más pobres de las zonas rurales. Cuando el agua potable no está disponible en las instalaciones, la carga de la recolección y el tratamiento del agua recaen mayoritariamente sobre las mujeres y las niñas, que deben dedicar a ello significativas proporción de su tiempo, limitando su participación en otras actividades como el trabajo remunerado y la educación. Por ejemplo, en Benín, las mujeres de hogares rurales que no tienen agua en las instalaciones necesitan 24 minutos para llegar a una fuente de agua, frente a las urbanas en la misma situación, que necesitan 16 minutos.
Foto: Pablo Linés Viñuales