La infancia y la adolescencia como etapas fundamentales de la vida

La infancia y la adolescencia como etapas fundamentales de la vida
1762. Edición del libro ‘Emilie ou de l’education’, de Jean-Jacques Rousseuau publicado en 1762 en Ginebra. La imagen está extraída del artículo Jean-Jacques Rousseau. Respeto a la vida natural, la libertad y las diferencias individuales de Enrique Martínez-Salanova Sánchez en Portal de la Educomunicación

La infancia y la adolescencia como etapas fundamentales de la vida

No resulta fácil concluir acerca del papel social que la infancia y la adolescencia han tenido en diferentes momentos de la historia pues existe cierta controversia entre los autores. Así mientras que Ariés, en Centuries of Childhood publicada en 1960, consideraba que no existía el concepto de infancia, De Mause afirmaba en 1974, en The History of Childhood, que los adultos han reaccionado históricamente ante niños, niñas y adolescentes de manera diferente. Sin embargo, hay suficientes evidencias para afirmar que entre finales del siglo XVII y principios del XVIII, y gracias al trabajo de moralistas y educadores de la época, asistimos a la construcción social de un nuevo concepto de infancia y, años más tarde, hacia mediados del siglo XVIII, al de adolescencia. Esta nueva concepción de la infancia y la adolescencia como etapas fundamentales en el desarrollo, con unas necesidades de cuidado y protección específicas y en las que se deben realizar una serie de aprendizajes básicos que van a permitir la posterior integración social, se desarrolla y amplía durante el siglo XIX. Culminando en el siglo XX, que ha sido denominado como el siglo del niño. El reconocimiento explícito de ambos conceptos se sitúa en la obra de Rousseau, quien en su libro titulado Emilie ou de l’education, publicado en 1762, llama la atención acerca de la importancia de la educación ya que gracias a ella se satisfacen las necesidades específicas que presentan los niños y niñas desde que nacen hasta que se convierten en personas juiciosas.