Caballito de palo
Realizado en madera de pino por su poco peso, este caballito de palo se compone de un mástil de un metro de longitud, que en la parte superior lleva insertada una figura a modo de cabeza equina y en la inferior un pequeño eje con dos ruedas de madera. Posteriormente se decora pintándolo al gusto.
La chiquillería lo empleaba emulando la cabalgada sobre un caballo, haciendo carreras e incluso retos guerreros. Otro juguete que nos acompaña desde la antigüedad, dada la relación que ha tenido desde siempre el humano y el caballo, y la sencillez tanto de materiales como de procesos para su fábrica.
Este tipo de caballos se utilizan en los ritos folclóricos de adoración de la deidad Baba Ramdevji en Rayastán: en una referencia a una historia sobre su niñez, se ofrendan caballos de juguete de madera en su templo en Ramdevra. También aparecen representados en las celebraciones de Călușari (en Rumanía). Modelos más grandes se utilizan en algunas celebraciones tradicionales —como las máscaras rumanas y la danza Morris en Inglaterra—. Su tamaño puede variar entre el de un traje para una persona y el de grandes bastidores porteados por nueve personas. Este juguete aparece mencionado en una canción infantil inglesa titulada Ride a cock horse to Banbury Cross.
Hoy en día los caballos de palo no son solo montados por los niños, también son utilizados por adolescentes y adultos en algunos países. Son populares en el Norte de Europa, especialmente en Finlandia. Los caballos utilizados suelen ser piezas artísticas realistas hechas completamente a mano. También se compite con caballos de palo en las mismas disciplinas que los caballos reales, como la doma y los saltos. Un caballo de palo no siempre es un juguete infantil. Del término inglés «hobby horse» procede el sentido moderno de la palabra hobby, utilizada como sinónimo de un pasatiempo o afición. En Vida y opiniones del caballero Tristram Shandy, las obsesiones particulares —denominadas «hobby horses», «caballos de juguete» en inglés— son tratadas en detalle. El término también está relacionado con la dresina, un antecesor de la bicicleta inventado por el barón Karl Drais. En 1818, un fabricante de carruajes de Londres llamado Denis Johnson empezó a producir una versión mejorada, popularmente conocida como «hobby-horse», «caballo de palo».