Muñeca de trapo
Realizada con tela de algodón en seis piezas —cabeza, cuerpo y extremidades—, la muñeca se rellenaba de lana de oveja, aunque también de paja. Después se decoraba a gusto de cada persona. Se trata de uno de los juguetes más antiguos: nos acompañan desde que tenemos datos.
Desde la más remota antigüedad se ha buscado la manera de entretener y educar a los más pequeños. En excavaciones efectuadas en Egipto se han encontrado muñecas con más de 3.000 años de antigüedad dada la costumbre de enterrar a los niños con sus juguetes, lo que nos lleva a pensar que quizás se trate de los juguetes más antiguos de la Historia.
Se sabe que tanto romanos como griegos disponían de muñecas articuladas. Platón o Aristóteles aluden en sus escritos a las marionetas y títeres como juegos para diversión de la infancia. Solían hacerlas de marfil, boj, yeso y cera. En la antigua Roma, cuando las jóvenes núbiles se casaban ofrecían en los altares de Venus sus muñecas.
En el continente americano, los indios tallaban las muñecas en las raíces de los cactus, no solo como juguete sino también como instrumento educativo, utilizando estas tallas para transmitir sus conocimientos sobre deidades con el objetivo de que los menores se fueran familiarizando con sus dioses.
La simplicidad de su construcción hace que sea un juguete integrado en todas las culturas y con significados similares, lo que ha posibilitado que haya perdurado hasta nuestros días.