Agricultura minifundista
El comercio y el transporte eran dos actividades importantes que complementaban las economías familiares de los pueblos del sur de Madrid, por cuyos núcleos transcurrían importantes rutas como el camino real de Toledo. Este sector era especialmente importante en Fuenlabrada, donde un centenar de vecinos arrieros y trajineros de aves se dedicaban al transporte de alimentos, al igual que en Móstoles, donde los vecinos se dedicaban en su mayoría al porte de trigo y pan cocido a Madrid.
Los agricultores y los comerciantes utilizaban las vías pecuarias y la red caminaría rural que servía tanto para el paso de ganados trashumantes como para las mercancías que transportaban al mercado madrileño. En 1875 se inauguró el Mercado de la Plaza del Riego (Plaza de la Cebada), ubicado en uno de los principales accesos a Madrid, donde se vendían diversos alimentos que provenían de los pueblos y provincias cercanas. Posteriormente, en el año 1935 se inauguró el Mercado Central de Verduras y Frutas en la Plaza de Legazpi. En el caso de Fuenlabrada, los agricultores llevaban sus carros con verduras, y otros productos agrícolas y de regreso los cargaban con estiércol y china (restos orgánicos y de los hornillos), que era utilizado para abonar los cultivos extensivos cuya producción estaba limitada por las condiciones climáticas y edáficas.