Trabajo remunerado: servicio doméstico (España)
Hasta la década de los setetenta, los empleos remunerados más frecuentes entre las jóvenes rurales fueron el servicio doméstico en el propio pueblo o en núcleos urbanos y, en menor grado, el pastoreo.
La imagen muestra un contrato de servir registrado en el libro de cuentas del arriero Francisco Alonso: «En 28 de junio de 1809, se asoldado Clara Fernández para servir en casa desde el día de San Pedro de este año, hasta el que viene de 1910, ajustada en 80 reales y la ropa acostumbrada y una cabeza de cabrío». El pago se hacía a final del año, y bajo el contrato figuran los préstamos realizados a cuenta del pago, la mayoría de ellos peticiones de la madre o del padre de la joven contratada.
En el mismo libro se recogen los contratos como pastoras de dos hermanas en años sucesivos, 1839 y 1840. Es el padre de las jóvenes quien gestiona su contratación. Los sueldos anuales que reciben no difieren significativamente de los de reciben los hombres contratados como pastores, pero son muy superiores a lo que figura en el contrato de servir, aunque también se cerraron 30 años después. Todos los contratos revisados además de dinero, incluían ropa y con frecuencia alguna cabeza de ganado, lo que implica que una proporción del trabajo realizado se compensa en forma de trueque: casi siempre ropa y calzado, y mas raramente cabezas de ganado .