Santiguco y el oficio de sus mayores

Santiguco y el oficio de sus mayores
1993/95. Gestión de los Montes de Pas en típicas praderías y cabañas (Puerto de las Estacas de Trueba, Cantabria) © Elena Flores

Santiguco y el oficio de sus mayores

Santiaguco fue aprendiendo el oficio ganadero, imitando a los mayores. Al principio el trabajo fue ligero, pero con el pasar de los años debía ir ocupándose de más labores. Empezó con los rebaños de ovejas en las brañizas, donde cuidaba que estas no salieran del común y fuesen a parar a alguna finca vecina, porque buen alboroto podría formarse. Tampoco debía descuidarse de los lobos que a menudo irrumpían por las peñas, asaltando el rebaño.

—«¡Me cagüen...! Una vez vinieron y dejaron veintidós ovejas muertas del rebaño de mi padre, y otra vez dieciséis. Entonces sí que había lobos… cagüen. Nos reuníamos los vecinos para las batidas, pero había tantos… uno o dos caían todo lo más».

 

La economía pasiega

El pasiego es propietario del terrazgo, con escaso porcentaje de arrendatarios. Aunque propietario, el pasiego tiene una capacidad adquisitiva media-baja. La propiedad es fundamental en un sistema dónde el terrazgo constituye la unidad de producción y dónde la pervivencia de la finca (prado-cabaña) es responsable de la organización familiar en torno a la misma. Es la actividad ganadera la precursora de las relaciones humanas, familiares y vecinales.

La ganadería, casi exclusivamente bovina (85%), constituye la vocación económica de la región. La actual vaca pasiega proviene de la frisona holandesa, que sustituyó a la original pirenaica. El manejo del ganado representa un sistema de gestión productiva única, un modelo de aprovechamiento en diferentes alturas de la misma ladera, que asegura la disponibilidad de pastos en cada estación. No obstante, es un sistema muy vulnerable, por ser dependiente de la meteorología o de los precios de mercado. La gestión manual, no mecanizada, de los animales y de la leche, deviene en una devaluación de la producción. Destacar, sin embargo, la popularidad de sus productos típicos, de tradición láctea: la mantequilla, el queso de natas, la quesada y los sobaos pasiegos.

Las pequeñas explotaciones han evolucionado, expandiéndose, al converger en un solo propietario los ganados de otros que abandonaron la región en busca de mejores oportunidades en otras actividades económicas, como la construcción. Con gran cantidad de jubilados, las pensiones constituyen otra importante fuente de ingresos para la economía pasiega.