Santiguco y la emoción del ferial

Santiguco y la emoción del ferial
1993/95. Feria de ganado (Vega de Pas, Cantabria) © Elena Flores

Santiguco y la emoción del ferial

Algún tiempo después empezó a manejar las vacas. Había que darles de comer y beber a las de todas las cabañas, aún en los días más fríos, saliendo a golpe de pala para retirar la nieve si era preciso. Luego estaba el limpiar el establo y abonar con el estiércol recogido en las fincas. Y en el verano la hierba, que debía ser recogida y curada para el invierno, porque sólo en el buen tiempo salen a pastar las vacas. Y en el otoño las matanzas, y la preparación de las carnes para el año, en una perfecta combinación de trabajo y fiesta.

—«Pero lo mejor eran las ferias. A los hijos nos gustaba de acompañar al padre a vender los terneros, en cada 9, 19 y 29 de cada mes, al ferial de la Vega… donde ahora está el consultorio».

Las ferias de ganado

En el otoño, los ganados van descendiendo las laderas de los Montes de Pas hasta llegar a las fincas de pie de monte donde toda la familia se reúne, encontrándose los que estaban en las fincas de altura y los que estaban en las de valle. Es el momento de preparar los animales destinados al ferial.

Las ferias de ganado, locales, son a la vez mercado y fiesta. Se engalanan los ganados, para mejorar el porte y alcanzar el mejor precio, y se engalanan las gentes para ofrecer su mejor imagen. Se escenifica un auténtico despliegue de efectos, de pulsos de ingenio, en un espacio en que los negocios se cierran con un apretón de manos, y dónde el valor de la palabra reemplaza al del dinero.

En la feria se concentra ganado fundamentalmente bovino, aunque también están presentes equinos, ovinos y caprinos. Estas ferias, tan populares en el pasado, han perdido mucha presencia. Actualmente se mantienen las siguientes en la comarca: Miera-Mirones (el 25 de mayo), San Pedro del Romeral (30 de agosto), Vega de Pas (8 de septiembre) y San Roque de Riomiera-Merilla (5 de octubre).