Pobreza y agricultura de subsistencia
En muchas zonas de la España rural más aislada persistió una precaria agricultura de subsistencia hasta bien mediado el siglo XX. Los hombres debían emigrar todos los años varios meses para conseguir el dinero que no proporcionaba la tierra. Durante esos periodos de “migraciones golondrina”, de ida y vuelta, las mujeres asumían todos los trabajos agrícolas, incluida la labranza, como la joven de la imagen que está arando en La Maluenga (León).
Entre los años 60 y 80 del siglo XX creció mucho la emigración permanente a las ciudades, en las que se crearon grandes guetos en los suburbios, al tiempo que se despoblaban las zonas rurales, tal y como está ocurriendo hoy en día en los países menos favorecidos.