Las desigualdades se mantienen en el tiempo

Las desigualdades se mantienen en el tiempo
2001. Mapa de La Línea. Se ubican puertos, playas y barrios más vulnerables. Adaptado del mapa en el documento ‘Análisis urbanístico de barrios vulnerables en España. La Línea de la Concepción’, realizado por Laura López Álvarez y Álvaro Sánchez Toscano, Ministerio de Fomento, Instituto Juan Herrera, Madrid

Las desigualdades se mantienen en el tiempo

El Plan de Desarrollo Comarcal de finales de los años cincuenta del pasado siglo pretendía compensar a la población local por el cierre de la frontera. Incluía mejoras en el ámbito industrial que demostraron ser poco eficaces, y barriadas de protección oficial para las miles de familias que vivían en barracas. En 1960 había todavía en La Línea 3.500 barracas censadas. Y para 1973 en la barriada de La Atunara se contabilizaron 635 barracas.

La vivienda de protección no puso punto final a los motivos de la marginación. Las causas del subdesarrollo en la comarca permanecen. En 1991 se calculaba en La Línea una población vulnerable de 44 mil personas sobre el total de 58 mil habitantes. Y el análisis urbanístico realizado en 2001 por encargo del Ministerio de Fomento citaba cinco barrios vulnerables en La Línea, que suponen más de la mitad de su población.

En el siglo XXI, como en su pasado, la ciudad de La Línea no tiene perspectivas de desarrollo. La supervivencia de muchas familias sigue apoyándose en el contrabando, con unas cotas de violencia y de tecnología sin precedentes. Y sus habitantes son sometidos al pesado lastre de la criminalización. Mientras, no hay compromisos institucionales sólidos que reconozcan las necesidades específicas de esta ciudad y la realidad de la comunidad transfronteriza.