La iconografía del parto

La iconografía del parto
1676. «El recién nacido» («The NewBorn Baby»), Matthijs Naiveu © Metropolitan Museum

La iconografía del parto

La Historia de las matronas hunde sus raíces en los tiempos más remotos. Durante siglos, las mujeres fueron atendidas por otras mujeres, tanto en sus partos, como en sus otras necesidades de salud. La figura de la partera aparece en textos muy antiguos, como la Biblia, como una profesión arraigada. Aunque no hay demasiados testimonios escritos sobre los partos conducidos por matronas, sí existe una abundante iconografía al respecto. Prácticamente, toda la iconografía sobre el parto refleja la realidad de una parturienta rodeada de otras mujeres: la partera y otras mujeres de su confianza.

La pintura que abre esta exposición, la obra de Matthijs Naiveu (1647-1726), titulada The Newborn Baby, tiene su propia historia y muchos puntos en común con otras representaciones del parto. Refleja el nacimiento del segundo hijo de Ida María Cromhout y Adrien Roest van Alkemade, con el que se había casado a la edad de veinte años. El bebé, al que pusieron el nombre de Adrianus, y fue bautizado el 23 de diciembre de 1674. La matrona, que tiene al recién nacido en brazos, está vestida con rico ropaje, un indicativo indirecto del prestigio de la familia. Como muchos otros cuadros que representan el puerperio inmediato, la madre reciente está recostada en la cama, recibiendo alimentos de otra mujer, probablemente un caldo de gallina.

En un espejo que hay detrás de la cuna, a la izquierda de la matrona, se refleja una escena de celebración. Se trata de un grupo de hombres sentados alrededor de una mesa mientras brindan y fuman. El padre del bebé, Adrién Roest, es el que está de pie tomando una gran copa que le ofrece una mujer. Este dato podría indicar que los hombres estaban mucho más involucrados en la escena del parto que lo que se cree.