Mayo 2024

Conexiones entre el parto y la muerte en el México precolonial

Nuestra fuente más fiable para conocer la cultura mexicana, el Imperio Azteca y la conquista española fue escrita por el monje franciscano Fray Bernardino de Sahagún junto con un grupo de colaboradores indígenas. El documente que se conoce bajo el título  Historia General de las Cosas de Nueva España fue acabado en la segunda mitad del siglo XVI y consiste en 12 tomos bilingües (español-náhuatl) que no sólo representan un documento patrimonial único, sino que también moldea nuestros conocimientos actuales del parto en el México pre-colombino.

El libro VI nos muestra los procesos rituales que acompañaban al parto, la importancia de la mujer parturienta en la sociedad mesoamericana en el periodo postclásico tardío, quién se responsabilizaba de que el parto saliera bien, y qué palabras le decían a la madre y al bebé. Aparte de esto, el libro VI (Capítulo XXX) presenta al lector la sorprendente idea de que la hora del parto también se conocía como «la hora de la muerte» (imiquizpan): «Llegada la hora del parto, que se llama “hora de muerte [de la madre]” […]» / «oacico in imiquizpan, in iemixihuiznequi […]» (libro 6, fol. 144r).  Mientras que esta metáfora para el sustantivo mixihuiliztli (parto) parece referirse al riesgo real de morir durante el parto, asocia el parto y la muerte en otros niveles significativos. También es una expresión cosmológica y se corresponde con la idea de los mexica del origen de una nueva vida. Así, también se asocia con el temazcal, un tipo de baño de vapor que se usaba para ritos relacionados con el parto.

Temazcal, obstetricia y baño de vapor

«[…] [A]gora llamáis y dais voces a la madre de los dioses, que es la diosa de las medicinas y médicos, y es madre de todos nosotros, la cual se llama Yoaltícitl, la cual tiene poder y autoridad sobre los temazcales, que se llama xuchicalli, en el cual lugar esta diosa ve las cosas secretas y adereza las cosas desconcertadas en los cuerpos de los hombres, y fortifica las cosas tiernas y blandas […].»  (libro 6, fol. 131r).

Se decía que el baño en el temazcal (también conocido metafóricamente como Casa de Flores, Xochicalli) tenía efectos beneficiosos tanto antes como después del parto. Durante el parto, el baño se usaba para acelerar el proceso de dar a luz. Después del parto el baño de vapor se usaba para potenciar el flujo de leche y para restaurar el bienestar y la fertilidad. Aunque los baños de vapor tienen importancia ritual transcultural, su uso en obstetricia y ginecología sólo se ha comprobado, hasta ahora, en el área cultural mesoamericana.

La alineación de los baños con el hogar al este y la entrada al sur crea una conexión simbólica con la extendida interpretación bélica del embarazo y del parto entre los aztecas: al morir, los guerreros (hombres) acompañan al sol del este al sur. En el cénit, se incorporan las mujeres que murieron en el primer embarazo o parto, y van al mismo lugar en el más allá que los guerreros. Acompañan al sol en su trayecto desde el cénit hasta el oeste (Cihuatlampa), donde se zambulle en las entrañas de la tierra, en el reino de los muertos, para regenerarse.

Yoalticitl, partera de la noche

La imagen del Codex Florentinus que ilustra esta Pieza del mes no muestra la deidad Teteoinnan que solía decorar la entrada al temazcal. En sus diferentes facetas (cada una con nombre diferente) la progenitora Teteoinnan se asociaba con los baños de vapor y la fertilidad de varias formas.

Como Yoalticitl (la partera, sanadora de la noche) frecuentaba el baño de vapor y simbolizaba la fertilidad y la procreación. Como Toci (abuela) es parte de un mito fundamental mesoamericano que nos ofrece otra explicación de por qué los aztecas conectaban conceptualmente la hora del parto, el baño de vapor y la muerte de la madre. Varias versiones de este mito hablan de la creación del mundo. Teixel, el sol masculino y Tetiej, la luna femenina, tienen hijos. Los hijos mayores matan a su anciana madre Iyompak’lom (abuela, partera) en el baño de vapor. Ella entra en el baño como una anciana de pelo blanco y su muerte, como madre progenitora, sienta la base para toda la creación. El baño de vapor, por lo tanto, significa dos cosas: es una tumba para la «abuela» muerta, y también un útero primordial de la humanidad. Entrar en la bañera era entrar «en nuestra madre, la que se llama Yoaltícitl» (libro 6, fol. 133r). Al enfrentarse al parto y entrar en la bañera la madre parturienta no solo empieza la «pelea mortal» (libro 6, fol. 165v) sino que también simula la muerte de la madre tribal, cuya muerte permitió el origen de la vida humana.

Según Sahagún, si el parto ha ido bien se felicita a la madre con «Oh, señora nieta e hija mía, paloma y doncella muy tierna y muy amada! ¿Cómo estáis? ¿Qué sentís? Gran fatiga habéis padecido. Gra [sic] trabajo habéis tenido. Gran fatiga habéis pasado. Habéis ayudado, habéis os igualado, habéis imitado a vuestra madre la señora Cihuacóatl Quilaztli.» (libro 6, fol. 156v). Cihuacóatl Quilaztli  es otra faceta de Teteoinnan, la abuela divina que murió en el mismo baño,  donde ahora sana y ayuda a la gente y donde la madre embarazada la imita durante el parto pagando el «tributo de muerte» (libro 6, fol. 152v).

El significado de la metáfora imiquizpan y la conexión que establece entre nacer y morir trasciende pues el mero riesgo de morir durante el parto. (Las tasas de mortalidad maternal para el mismo periodo en Europa nos hablan de 1-2 %. No hay ninguna razón para pensar que la mortalidad en la Mesoamérica postclásica fuera muchísimo mayor.) La palabra imiquizpan se puede entender a través de la interpretación marcial del parto y de la compleja diosa Teteoinnan a la cual, según Sahagún, se pagaba un «tributo de muerte» en el parto. El uso ritual del temazcal refleja un aspecto de esta deidad que murió en el baño de vapor y se convirtió en la madre tribal de toda la vida. En «su momento de muerte», en el parto, la madre simbólicamente repite la muerte de la madre tribal y crea nueva vida.

 

Hannah Mühlparzer colabora en el proyecto Interpretation of Childbirth in Early Modern Spain (FWF Austrian Science Fund, P 3226-G30). Dedicó su tesis del Máster a la analogía del nacimiento y la muerte en la literatura barroca y neo-barroca. La autora y el equipo del proyecto han contribuido al Museo Virtual de Ecología Humana con la Exposición temporal Culturas del parto en España y Europa (siglo XV a XVIII). La autora agradece a León García Garagarza, Stephanie Wood, Wolfram Aichinger, Sabrina Grohsebner, Fernando Sánz-Lázaro, y Laura Kisser por su apoyo.

 

Para saber más:

Alcántara Rojas B. 2000. Miquizpan. El momento del parto, un momento de muerte. Prácticas alrededor del embarazo y parto entre nahuas y mayas del Posclásico. Estudios Mesoamericanos, 2, 37–48.

Códice Florentino Digital / Digital Florentine Codex editado por Kim N. Richter and Alicia Maria Houtrouw, «Book 6: Rhetoric and Moral Philosophy», Getty Research Institute, 2023. (Las traducciones usadas en el texto son de López Austin & García Quintana (2000) y García Garagarza (2023) y también se encuentran en el Digital Florentine Codex junto con la transcripción del texto en español y náhuatl.)

Groark KP. 1997. To Warm the Blood, to Warm the Flesh: The Role of the Steambath in Highland Maya (Tzeltal-Tzotzil) Ethnomedicine. Journal of Latin American Lore, 20(1), 3–96.

Johansson KP. 2017. Gestación y nacimiento de Huitzilopochtli en el monte Coatépetl: Consideraciones mítico-obstétricas. Estudios de Cultura ‘Nahuatl’, 53, 7–53.

Schofield R. 1986. Did the mothers really die? Three centuries of maternal mortality in the world we have lost. In The World We Have Gained: Histories of Population and Social Structure (pp. 231–260). Basil Blackwell. 

Sullivan TD. 1966. Pregnancy, childbirth, and the deification of the women. Estudios de Cultura Náhuatl, 6, 63–95.

Wójtowicz-Wcisło M. 2023. Ritual Sweat Bath in a Cross-Cultural Perspective. Open Theology, 9(1).