Proserpina/Perséfone: la diosa de los muertos

Proserpina/Perséfone: la diosa de los muertos
Época imperial romana, relieve de Proserpina y Plutón. Fotografía de Fabien Bièvre‐Perrin 'Museo Nazionale della Magna Grecia’ (Calabria) (BY‐SA 2.0 FR-NC) © Fabien Bièvre-Perrin  

Proserpina/Perséfone: la diosa de los muertos

I. Divinidades femeninas asociadas a la magia 

Proserpina, como esposa de Plutón y soberana del Inframundo, representaba el ciclo de las estaciones y la renovación constante de la naturaleza. Por su conexión infernal y con los difuntos, Proserpina aparece mencionada en los epitafios y el mito de su rapto y bajada al mundo subterráneo se usó como decoración funeraria. La antorcha, los frutos y vegetales suelen ser sus atributos, y en Grecia y Etruria su fruto predilecto es la granada, pues Plutón le dio a comer seis semillas para que permaneciera junto él. Por otro lado, por pertenecer al ámbito infernal, es mencionada en algunos rituales mágicos alejados de la religión oficial, tal y como demuestra su invocación en las llamadas tabillas de maldición («tabellae defixionum») y en los rituales de necromancia. 

De estos últimos, tenemos un valioso testimonio literario en la Farsalia de Lucano en el siglo I d.n.e., donde se describe a la temible bruja Ericto. Para adivinar el futuro, Ericto es capaz de reanimar un cadáver haciendo regresar de los infiernos a su alma, invocando para ello a las divinidades infernales, entre ellas a Perséfone. En los territorios romanos, Proserpina fue asimilada a divinidades que tenían funciones similares, como la diosa Libera, autóctona del Lacio o la Ataecina (o nombres similares) de algunos pueblos prerromanos de Hispania. En la imagen, la reina tiene una gallina en el regazo y espigas en la mano, lo que la relaciona con su madre Ceres. Plutón sostiene la planta del asfódelo, asociada al mundo infernal. El gallo que aparece junto al trono tiene varias interpretaciones, como la de que el canto del gallo al alba simboliza el tránsito de las tinieblas a la luz del día.

 

Alejandra Guzmán Almagro