Pobreza y población reclusa

Pobreza y población reclusa
1850. "Escena de cárcel" (España). Pablo Gonzalvo © Museo Nacional del Romanticismo.  

Pobreza y población reclusa

La pobreza a lo largo de la historia ha sido un importante factor de riesgo para ingresar en prisión por delitos menores y todavía hoy son mayoritariamente personas pobres con bajo nivel de estudios quienes llenan las cárceles, muchos más hombres que mujeres. En 2015 la población reclusa del mundo ascendía a 10,1 millones de personas, de las cuales, 700.000 eran mujeres y aunque siguen siendo minoritarias (el 15%), ha aumentado su proporción en prisión y también se ha ampliado la diversidad de sus delitos. La tasa de población reclusa en 2015 en España es de 136/100.000, mucho menor que en Estados Unidos (698) o en la Federación Rusa (445).

Las connotaciones e impactos de los tipos de exclusión son mayores en las mujeres, porque factores como la pobreza, el desempleo, la precariedad laboral, los escasos apoyos institucionales, las dificultades de vivienda, los ingresos insuficientes, las redes sociales pobres, los movimientos migratorios y la desestructuración familiar actúan sobre ellas con más fuerza y las hace más vulnerables frente al riesgo de cometer delitos.

En 1875 una joven segoviana fue sentenciada a cuatro años, dos meses y un día en la cárcel de Alcalá de Henares por un delito de hurto doméstico.

Foto: Pablo Linés Viñuales