Pezoneras
II.De la Inclusa a Sotillo de la Adrada
Se trata de una pieza cónica de aproximadamente cinco centímetros de diámetro con un hueco en el centro. La pezonera se ha reproducido según una pieza testigo que recoge Primitivo González en su Tesis doctoral publicada en 1989 Cerámica preindustrial en la provincia de Valladolid, basada en un trabajo de campo realizado desde 1972 hasta 1987. Sostiene que esta pieza se hacía con cierta frecuencia en Valladolid, provincia con dieciséis centros alfareros que entran en crisis desde los años cincuenta del siglo XX.
La pezonera se forma con la ayuda de un torno eléctrico, evolución del tradicional, en el que centra una pella de arcilla previamente amasada, se abre introduciendo los pulgares y se sube el barro presionando por el exterior y por el interior con las manos y los brazos. Después se deja que se seque lentamente, se le da una primera cocción llamada bizcocho, se esmalta y se vuelve a cocer en el horno, al igual que en el bizcochado a 1030º. Todo el proceso dura cinco días. Esta pieza es parte del instrumental asociado a los procesos de fertilidad, gestación y alumbramiento, que incluye otros dispositivos como parideras, extractores de leche, y biberones; así como, recipientes como lebrillos para la realización de baños de asiento en el puerperio, bañeras neonatales para la higiene del recién nacido, y escalfadores destinados al aseo perineal tras el parto. Algunos de estos elementos también están documentados por la profesora Elena Freire Paz en su Tesis doctoral La recuperación de la cerámica tradicional en la provincia de Lugo: procesos socioeconómicos y culturales(2004).
La pieza se utilizaba para «formar los pezones cuando crían», es decir, para formar los pezones cuando estos presentaban variantes anatómicas, eran planos o invertidos, que podían ofrecer más dificultades a la hora de amamantar. Su uso resulta útil cuando los bebés no agarraban bien el pezón por no ser prominente. El uso de estos dispositivos generaba un vacío y ayudaban a extraerlos para que el bebé enganchara y el acto de amamantar resultara exitoso. Salvo excepciones, la leche materna ha sido el único alimento para la supervivencia de los recién nacidos y, si esta fallaba, solo cabía recurrir a la lactancia solidaria
La humildad de la pieza, de uso en sociedades campesinas necesitadas de una tecnología cercana e inmediata para resolver problemas cotidianos, no le resta perfección basada en la experiencia. Más allá del espíritu utilitario de las producciones alfareras, la habilidad del artesano con la arcilla estaba al servicio de la comunidad. [M.ª Pilar Panero García.]