Moda en el siglo XXI: la invasión del poliéster
La industria de la moda basada en prendas de poliéster, representa bien el modelo de desarrollo actual, en el que se prima lo económico y el consumo sin límite, que está teniendo graves repercusiones ambientales.
Las fibras plásticas del poliéster se obtienen del petróleo, no dependen de factores climáticos y son las más utilizadas hoy en día. En torno al 60% de las prendas de uso cotidiano llevan poliéster, generalmente mezclado con fibras de origen natural, como el algodón.
China es la gran productora de esta fibra plástica, resistente, duradera y barata, que permite realizar prendas que ni se arrugan ni se deforman, a pesar de ello, las prendas en las que se utiliza, tienen usos muy limitados en el tiempo, debido a las normas impuestas por la moda y el consumo.
Un creciese número de investigaciones alerta sobre graves consecuencias medioambientales de su uso y despilfarro; se ha detectado el aumento de restos de poliéster tanto en el mar y en la fauna marina, como en el agua que bebemos. Se estima que su tiempo medio de degradación son unos 500 años.