La herencia del conocimiento tradicional de las plantas medicinales
Imagen en colage que nos muestra un reportaje sobre la actividad de la recolección del té de roca en la provincia de Segovia. Juan Carlos nos enseña cómo se recoge la planta y cómo se prepara adecuadamente para su secado y conservación; a la manera de como lo hicieron siempre sus antepasados. Asistimos a la trasmisión de la cultura rural en su conjunto, no sólo el reconocimiento de la especie, sino también el manejo de la misma, su preparación, secado y conservación.
La planta y la cultura en torno a ella forman un todo indivisible. Se trata de un conocimiento heredado de sus padres y abuelos (patrimonio), trasmitido a través de la cultura oral de generación en generación.
El té de roca es una planta medicinal muy apreciada en el mundo rural castellano y en otras muchas áreas de la España caliza. Su uso sigue vigente por sus propiedades digestivas y sociales, por el simple hecho de tomar un té, o para sentar el estómago, digerir la comida, etc., son éstas algunas de sus funciones. Se toma solo, endulzado o con leche y en algunos puntos con anís.
No se cultiva con éxito aunque se han hecho intentos, porque su hábitat es muy especial, ya que es planta rupícola, que vive sobre la misma roca o en sus grietas. Además de conocer la planta necesitamos saber su hábitat y la época más adecuada de recolección, que es cuando está en plena floración, allá por los meses de julio o agosto en este caso.
El rito de recolección anual de té representa algo más que ese simple hecho, es también la nostalgia de la infancia pasada, el recuerdo de los antepasados, de la familia, de la comunidad. Su grato olor nos trasporta al campo, a los días de verano, a olor a monte, a los cielos puros y limpios castellanos. Paredes calizas, escarpes, roquedos, farallones, sobre ella los buitres y alimoche vuelan en esta época del año.
Si se arranca y no se recoge cuidadosamente no saldrá abundante al año siguiente. Una recolección lenta y detallista, unos manojos realizados perfectos, un secado lento, colgada y a la sombra, nos darán un té de calidad para todo el año.
No falta cada año Juan Carlos a su cita con la recogida del té, en los cortados de río San Juan, allí es donde la recogimos. Mi torpeza de urbanita en la recolección, contrastaba con su precisión y lo escrupuloso de su dedicación. Los manojos o ataillos están ya listos y preparados para ser colgados en casa.
Otros nombres: Té de piedra, té de risco, té de lastra, té de peña. Planta medicinal digestiva sin estimulantes, que contiene ácidos fenólicos, flavonoides y aceites esenciales
Emilio Blanco Castro, etnobotánico y Juan Carlos Sanz © Emilio Blanco
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