En origen: practicantes rituales femeninos
Ya en el segundo milenio antes de nuestra era hay constancia del desarrollo de técnicas mágicas en el oriente mediterráneo. De esta zona nos han llegado informes de rituales curativos basados en el principio de hacer una cosa en la realidad con el fin de que afecte al plano supranatural, conservados en los archivos la capital del imperio hitita (actual Turquía). En estos rituales, las mujeres desempeñan un importante papel: son las practicantes rituales de muchos de ellos y tienen, con frecuencia, origen extranjero. Se cree que se realizaban para las personas de la familia real, pues el uso privado de la magia se castigaba con la muerte.
Por su parte, procedente de la India tenemos la compilación de himnos de carácter mágico llamada Atharvaveda. Estos vehiculan los ritos vinculados con los aspectos privados de la vida de una persona. Su compilación posiblemente se realizó en el año 1000 antes de nuestra era y en ellos se ven aspectos que podríamos relacionar con la magia blanca y la magia negra, en la que también se pretende influir en el plano real mediante acciones en el plano supranatural. En estos himnos, sin embargo, destaca la función mágica que tiene la propia palabra, a través de cuya mera pronunciación se logra la intercesión del mundo supraterrenal en el real.
Atharvaveda VI 8 (Encantamiento amoroso)
- «Como la enredadera abraza todo alrededor el árbol que tiene próximo, así abrázame tú a mí, ámame, no te alejes de mí.
- Como el águila al echar a volar da con sus alas en el suelo, así doy yo en tu pensamiento, ámame, no te alejes de mí.
- Como el sol cada día rodea el cielo y la tierra, así voy yo en torno a tu pensamiento, ámame, no te alejes de mí.»
Es significativo que, frente a la religión brahmánica, preponderantemente masculina, sobre todo en épocas posteriores, encontramos himnos mágicos proferidos por mujeres que tratan de lograr propósitos de todo tipo, no solo amorosos.
Berta González Saavedra