Mis derechos 1
«Podrías pensar que mi sensibilidad es mía
propiedad única e intransferible
solitaria en mundo globalizado.
Pero somos muchos
cada día más
quienes buscamos áreas blancas
-tal vez una quimera-
zonas libres de químicos y radiación
para bailar con el susurro de los sauces llorones
un lugar donde soplen risas y los alisios más puros
donde al cuerpo se le borren las rutinas y los síntomas
donde el alma se convierta en germen
del que brote una nueva lista de deseos.»
(Vivir con sensibilidad, Pilar Merino)