Enero 2019
La diversidad de aves, indicador de calidad de vida en las ciudades
Las ciudades son —y deberían seguir siendo— enclaves con una alta diversidad. Diversidad cultural, paisajística, funcional, relacional. Y diversidad biológica. Diversidad que implica riqueza, posibilidad de elección, de aprendizaje, que aporta seguridad, resistencia, resiliencia, y que ofrece vínculos, relaciones, sorpresas, apoyos… En Madrid, en pleno centro de la ciudad, encontramos áreas con una elevada diversidad de aves. Un entorno urbano con cantidad y variedad de aves implica abundancia de parques, de árboles, de arbustos, de edificios con oquedades, de tejados viejos, de rincones. Implica también un entorno conectado con la naturaleza que todavía le rodea.
Ya nadie duda de los beneficios que aportan en una ciudad las zonas verdes y los elementos vegetales, beneficios a nivel de salud en general y mental en particular. No es lo mismo salir de casa y ver árboles, arbustos, aves…, que salir de casa y ver asfalto, hormigón, cristal plástico y coches. No se juega (o se educa) de la misma manera en un gran parque con tierra y plantas que en un retazo de caucho (y plástico de colores) sobre el asfalto.
En una gran ciudad —como es el caso de Madrid— la existencia de parques urbanos históricos brinda a las personas que habitan en ella la oportunidad de compartir el espacio con un gran número de especies vegetales y animales. Una superficie verde, amplia, centenaria, en la que encontramos distintas estructuras paisajísticas (léanse estilos de jardinería, árboles maduros) unido a un entorno urbano con plazas, tejados viejos, arena, fuentes, solares sin edificar, va a permitir la convivencia con aves muy diferentes: aves de bosques caducifolios, de zonas húmedas, de bosques de coníferas, aves que anidan en tejados, en muros, que se acercan a los parques a cazar, a descansa, a criar…
Preservar las zonas verdes, los árboles viejos, las plazas, la arena, los edificios antiguos, los espacios verdes periurbanos, aumentará la diversidad de aves en el espacio urbano. Esta diversidad, sin duda, nos servirá como indicador de una mejor calidad de vida, de un entorno más saludable en todos los sentidos.
Desde Heliconia queremos poner en valor esta variedad de aves, ofreciendo información sobre las distintas especies que es posible observar en el Parque del Retiro de Madrid. La imagen de esta Pieza del mes es un mosaico a modo de collage de las aves que se pueden ver con más facilidad en El Retiro. Haciendo clic en este enlace se puede acceder a la descarga del póster completo de las aves de El Retiro, en el que se muestran las 65 especies que frecuentan o aparecen esporádicamente en este parque.
José Borrell Brito, Elena López Pérez y Ana Martínez de Andrés son, respectivamente, coordinador, ilustradora y diseñadora de la app y poster de las aves del parque madrileño de El Retiro, un proyecto de la cooperativa Heliconia. José Borrell, licenciado en Biología por la Universidad Autónoma de Madrid, es socio de Heliconia y experto en educación ambiental y en el desarrollo de proyectos formativos y divulgativos; coordina los trabajos de divulgación de los valores ambientales de El Retiro. Elena López, trabaja en el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y se dedica a la ilustración como aficionada, habiendo ilustrado varios trabajos relacionados con la Botánica y la Ornitología. Ana Martínez, licenciada en Biología por la Universidad Autónoma de Madrid, trabaja como diseñadora en el Centro de Tecnología de la UNED. Heliconia (véanse: www.heliconia.es y www.bioatlasapp.com), creada en el año 2004 y compuesta actualmente por un equipo multidisciplinar de más de 20 personas, desarrolla trabajos en el marco de la consultoría socio-ambiental. Su organización se fundamenta en un modelo de gestión empresarial democrático, basado en los valores de la economía social y solidaria. Heliconia está llevando a cabo varios proyectos (apps, posters, etc.) que pretenden poner en valor la diversidad ornitológica y botánica del parque de El Retiro de Madrid.