Diciembre 2021 / Enero 2022

La convivencia entre el lobo y los humanos en el Macizo Central Ourensano y zonas aledañas: conflicto y conservación

 

El lobo en Galicia no está incluido en el Catálogo Gallego de Especies Amenazadas y en Peligro de Extinción, pero sí es objeto de una «atención especial», tal y como reconoce el Plan de Gestión del lobo ibérico en Galicia de 2008. Sin embargo, esto no le exime de ser una especie cinegética en dicho territorio, justificando la administración la autorización de batidas debido al número de ejemplares y a los daños causados sobre la cabaña ganadera. Por tanto, al hablar de lobo es inevitable hablar de conflicto con los ganaderos. En el Macizo Central Ourensano (MCO), zona ésta donde lobos y humanos llevan décadas de convivencia, en los últimos años los ganaderos se quejan de que cada vez hay más lobos, que están en cualquier sitio, y piden controlar la población. Esto no es verdad, pues llevo controlando la evolución de varios grupos reproductores desde hace más de 25 años y los estudios que he realizado indican que el número de manadas se mantiene estable o, en ocasiones, ha desaparecido alguna debido a la persecución de cazadores y colocación de cebos envenenados. Por otro lado, la capacidad de carga del medio no permitiría ese aumento exagerado que indican los ganaderos ni tampoco la disponibilidad del espacio, pues son animales territoriales y cada grupo ocupa y defiende un territorio. 

El Parque Natural Os Montes do Invernadeiro (PNMI) se encuentran en pleno corazón del MCO y es un ecosistema multipresa (donde conviven diferentes especies de ungulados que son presas potenciales del lobo) donde hay abundantes poblaciones de ungulados silvestres, como corzo, jabalí y ciervo, constituyendo las dos primeras especies la base de la dieta del cánido y apenas he observado consumo de ganado. En algunas poblaciones limítrofes del parque apenas hay ganado y, el poco que queda, siempre va acompañado de un pastor por lo que hace mucho tiempo que no se dan ataques. Con frecuencia se escucha a los lugareños decir que los jabalíes han aumentado mucho sus poblaciones debido al bajo número de lobos. Sin embargo, esta percepción contrasta con la de otras zonas del MCO, como A Serra de San Mamede, donde el ganado está en extensivo y los ataques son más frecuentes. 

En muchas zonas del MCO y zonas aledañas los lobos son cazados ilegalmente durante las batidas de jabalí, envenenados con cebos y capturados con lazos. Esta persecución supone que en muchas ocasiones son eliminados los ejemplares dominantes del grupo, que son los reproductores, y esto lleva a un desequilibrio en la estructura de la manada, teniendo que cazar presas fáciles como es el ganado y causando principalmente daños en las reses que están en régimen extensivo.  

La clave de la conservación del lobo en el MCO y en otras zonas puede ser incentivar la ganadería tradicional, la cual permite que ganaderos y lobos vivan en armonía. Se puede incluso escuchar a algunos pastores de la zona decir que es una alegría para ellos ver de vez en cuando al cánido cuando salen al monte con sus reses y que cuentan con que de vez en cuanto deprede sobre alguna cabeza. Cuando era niña, con frecuencia los lugareños dejaban en el monte a las ovejas viejas para que fueran consumidas por el lobo. Otro aspecto que es importante tener en cuenta según el naturalista gallego Felipe Bárcena es mantener reses de raza autóctona. Él pudo observar como en el PNMI había reses de raza caldelana y nunca se registraron ataques de lobo a los terneros. Otra explotación de vacas caldelanas cerca de Cabeza de Manzaneda tampoco sufría ataques. También se ha podido constatar que a las vacas de raza cachena el lobo no las ataca. Otros naturalistas, como Rivero, han mencionado que sería beneficioso para los ganaderos y los lobos aplicar exenciones fiscales a las explotaciones de ganado y una marca propia para la carne procedente de ganadería en zona de lobos, siempre que el propietario tomase las precauciones mínimas como estabular al ganado por la noche y protegerlo con perros por el día. 

Por último, indicar que la densidad de lobos en el MCO y zonas aledañas es superior a la de otras zonas de la provincia de Ourense y muchas zonas del resto de Galicia. Sin embargo, las amenazas de origen antrópico tanto directas (persecución ilegal, veneno…) como indirectas (parques eólicos, carreteras, incendios forestales…) pueden poner en peligro la existencia de grupos reproductores estables e incluso la presencia de esta especie en determinadas zonas. Esto, sin duda, no sólo afecta a la conservación del cánido, sino también a todo el ecosistema, en el cual está integrado el ser humano.

 

Isabel Barja Núñez es profesora titular de Universidad en el área de Zoología de la Universidad Autónoma de Madrid, donde lidera diferentes líneas de investigación (comportamiento y eco- y etofisiología) en vertebrados. Desde sus inicios en el año 1997 hasta la actualidad, viene estudiando las poblaciones de lobo en el Macizo Central Ourensano, en la Sierra de la Culebra (Zamora) y en la Sierra de Guadarrama (Madrid), evaluando aspectos como su ecología trófica, la comunicación química y las respuestas de estrés fisiológico a factores antrópicos y comportamentales. De la autora sobre el tema puede leerse: Barja I. (2009). Prey and prey-age preference by the Iberian wolf Canis lupus signatus in a multiple-prey ecosystem. Wildlife Biology 15(2): 147-154. DOI: 10.2981/07-096. De interés sobre el tema es el documental Entre pastores y lobos, grabado en el Macizo Central Ourensano y con dirección de Manuel Pedrosa Sánchez. La finalidad del documental es mostrar información de interés para la conservación del cánido y la convivencia con el pastoreo tradicional y que dicha información llegue a todos los públicos.