«¡Uno de chorizo!»
Quizá uno de los motivos del crecimiento de «Las Noches del huerto», aparte de la variada propuesta cultural, haya sido el auge que ha tenido nuestra múltiple propuesta gastronómica, unida a las bebidas tan fresquitas que servimos.
Empezamos asociados con el bar del club de fútbol del barrio, nosotros vendíamos la bebida y ellos los bocadillos, así hacíamos barrio conjuntamente. Más adelante nos dijeron que ellos no iban a poder continuar, por lo que nos planteamos que el huerto se hiciera cargo de todo.
Realizaríamos las compras en los comercios del barrio para fomentarlos y nos repartiríamos el resto de tareas para poder seguir ofreciendo bocadillos calientes. La más complicada sería atender la plancha, pero, como no podía ser de otra forma, teníamos buenos maestros plancheros entre los huertanos.
Nos pusimos en marcha y fue tal el éxito, que pronto tuvimos que ir ampliando el grupo para atender la plancha, cobrar, montar, despachar, etc., creando un equipo de cocina casi profesional, con nuestros gorros, delantales y hasta con nuestras propias comandas para ser más efectivos. Eso sí, como el resto del equipo de «Las Noches del huerto», todo de forma altruista.
Ahora podemos ofrecer, además de la famosa panceta, bocadillos de lomo, chorizo, y para los menos carnívoros bocadillos de tortilla. Incluso en alguna ocasión, hasta nos hemos atrevido con comida vegana.
Hemos conseguido que se pueda ver en el barrio una actuación en directo, a la vez que disfrutar de un bocadillo caliente y un par de bebidas por tan solo cinco euros, lo que hace que los viernes de LNDH, se haya convertido en un acontecimiento social.