¿Malas hierbas?
Sabemos que los pequeños detalles son los más importantes y eso lo podemos extrapolar al mundo vegetal donde las adventicias (las mal denominadas malas hierbas) se han demonizado durante miles de años por su desinterés o su incomprensión, hasta que hoy en día algunas personas las están dando el lugar que les corresponden y que siempre deberían haber tenido.
Como en otras tantas facetas, en nuestro huerto no teníamos ni idea de su importancia. Solamente había algunas adventicias y gramíneas todas ellas bioindicadoras del terreno. Como la malva que aparece en terrenos cuyo suelo está muy degradado para que sus raíces puedan descompactarlo y a su vez lo vayan preparando para que puedan crecer otras adventicias, o como la famosa grama, el enemigo público de muchas personas del huerto, que descompacta el suelo más superficial con sus raíces horizontales creando un pequeño compost, una capa superficial rico en nutrientes.
En torno a 2019 apareció en el huerto un nuevo compañero con una idea: crear un jardín polinizador, un pequeño oasis por y para especies autóctonas emulando lo más posible a la naturaleza para que todas las poblaciones de insectos adyacentes a la zona pudieran agregar dicho espacio a su territorio y a su vez que se crearan nuevas poblaciones en el huerto con todas las ventajas que ello conlleva. Y así llegaron las adventicias al huerto, acompañadas de un puñado de talleres y charlas, con las que poco a poco nuestra comunidad se va concienciando, aunque aún queda camino por recorrer.