‘Filomena’

Ese 9 de enero de 2021, al asomarnos a la ventana, vimos el manto blanco que todo lo cubría. Además de intentar asimilar lo que podía significar una nevada así en nuestra vida diaria, como la imposibilidad de ir al trabajo, la dificultad de bajar a la calle para realizar esas tareas diarias, enseguida se nos vino a la cabeza el pensamiento de cómo estaría nuestro huerto. ¿Qué habrá sido de nuestros repollos? y también la incertidumbre de cómo habría afectado esa cantidad de nieve a nuestras zonas comunes: el invernadero, la compostera, etc.

Nuestro miedo realmente, ante la posibilidad de haber perdido esas zonas comunes, no era tanto la pérdida material, sino cómo afectaría en el entramado de nuestra vida hortelana.

Y, efectivamente, el invernadero estaba muy destrozado. Esa estructura de plásticos no pudo soportar el peso de la nieve.

Pero como siempre, después de cada tempestad viene la calma y una vez pasada la filomena, nos volvimos a organizar para reparar los destrozos ocasionados por la ya famosa tormenta, dándonos cuenta, que esta adversidad no supuso un revés en nuestras relaciones, al contrario, supuso un punto más de unión entre los hortelanos y hortelanas para recuperar nuestras zonas comunes.

Fue el mismo huerto el que nos animó a llevar a cabo esta recuperación, cuando al retirar la nieve de los bancales, aparecieron debajo nuestros repollos con la ilusión de seguir creciendo.