El huerto escuela
Algunos colegios y asociaciones de diversa índole comenzaron a contactar al huerto de Manoteras, para pedir que enseñaran el huerto urbano a las niñas y no tan niñas. Varias personas se ofrecieron y se siguen ofreciendo voluntarias para hacer talleres con niños en horario escolar y extraescolar.
Los niños de ciudad no suelen estar en contacto con la naturaleza en su día a día. Algunos no saben de dónde vienen las verduras que comemos, otros creen que vienen del supermercado. En el huerto muchos descubren por primera vez que las plantas que dan alimentos, que crecen despacio y que no en todas las estaciones hay las mismas plantas. Observan atentamente los cultivos, los insectos, la tierra y las herramientas que se utilizan en las labores de horticultura.
Después de pasar la mañana en el huerto, las niñas se van muy ilusionados y contentos, y los profesores agradecidos. Se llevan a sus casas unos plantoncillos de lechugas, de tomate, de berenjenas y algunas semillas para plantar la siguiente temporada. Pero sobre todo, se llevan la semilla de la curiosidad y la experiencia de haber estado un poco más cerca de la naturaleza.
Muchos de las propios hortelanos y hortelanas del barrio de Manoteras traen a sus pequeños al huerto. Desde muy pequeños muestran entusiasmo por ayudar, regando los plantones, enterrando semillas, trasplantando plantones… Alternan entre el juego y las tareas del bancal, verlos es una delicia.