Mayo 2025
2024. Reparto de frascos de lentejas para personas refugiadas cerca del campo de Harmanli, en Bulgaria © ‘Food Not Bombs’ (Sofia, Bulgaria)
Libertad de movimiento, dignidad alimentaria
El 10 de abril de 2024, la Unión Europea (UE) lanzó un Nuevo Pacto sobre Migración y Asilo que desarrolla una serie de medidas hostiles, represivas y racistas contra la libertad de movimiento y el derecho de asilo. El Pacto introduce o actualiza regulaciones que, a diferencia de anteriores directivas de la UE, se incorporarán directamente a los sistemas legales de los 27 países miembros. Establece y legitima la pérdida de libertad y derechos para la gente que llega a Europa, a través de prácticas sistemáticas de detención, clasificación y deportación. En términos prácticos, significará un notable incremento del sufrimiento para las personas que intentan llegar a Europa y regularizarse en nuestro continente.
El sufrimiento viene de largo. En Europa del Este, la llamada «ruta balcánica» de entrada hacia Europa Central se consolidó en 2015, cuando las cantidades de solicitantes de asilo llegando por tierra o por mar desde Turquía empezaron a aumentar notablemente. Entonces como hoy, la gente huía del conflicto en Siria, pero también del recrudecimiento de la situación en Afganistán, la cronificación de conflictos en África Central, la persistente agresión de Israel contra Palestina, la destrucción de Iraq, las agresiones multilaterales contra el pueblo kurdo.
Una respuesta inicial a la crisis de 2015 fue abrir corredores de escape desde Turquía hacia Europa Central, originando rutas paralelas de Este a Oeste y de Sur a Norte, a través de las cuales miles de personas consiguieron encontrar refugio. Pero las puertas se cerraron pronto. En marzo de 2016, la UE avanzó el acuerdo de Dublín, que venía a cerrar las fronteras a los solicitantes de asilo, con la excepción de cantidades limitadas acordadas por países de origen (contraviniendo la Convención de Ginebra de 1951), que en cualquier caso tampoco se llegaron a satisfacer. El desarrollo de los acuerdos de Dublín también extendió a terceros países cercanos (Turquía, Libia, Marruecos) el maltrato a las personas exiliadas que buscan refugio, estableciendo subcontratas con esos países para mantener a los solicitantes de asilo lejos del espacio Schengen.
El Nuevo Pacto, que cumplió un año este pasado 10 de abril, es un paso más en el escalamiento de la violencia institucional contra las personas que acuden a Europa en busca de refugio.
Comida y No Bombas (FNB, por sus siglas en inglés, Food Not Bombs) es un movimiento global que promueve cocinar y compartir comida con quien la necesita, desde un enfoque coparticipativo y solidario. Del 6 al 8 de septiembre de 2024, el grupo de FNB de Sofia (Bulgaria) organizó una acción para preparar y servir comida para las personas en movimiento alojadas en el centro de recepción de refugiados de Harmanli, en colaboración con otros dos colectivos que apoyan a personas en movimiento en Bulgaria: el equipo de Cocina sin nombre (No Name Kitchen, NNK) y el italiano Colectivo Ruta Balcánica (CRB, Collettivo Rotte Balcaniche).
El objetivo de esta acción era ofrecer a los refugiados residentes en el centro de Harmanli un plato cercano a su cultura (la mayoría de los residentes en Harmanli proceden de Siria o del Kurdistán sirio). Una voluntaria libanesa de FNB nos coordinó para cocinar una receta tradicional libanesa —miaddara hamra—, además de facilitar la comunicación con los refugiados traduciendo de árabe a inglés.
Bulgaria mantiene a todos sus solicitantes de asilo en dispositivos residenciales o centros de detención. Durante el año 2024, la Agencia Estatal para los Refugiados tenía un presupuesto para su mantenimiento de 3,08 euros por día y persona, sobre la base de datos de población refugiada de 2015. Pero en los últimos años la inflación y el número de refugiados en centros de recepción han crecido. Informes recientes señalan que los solicitantes de asilo que viven en centros de recepción están al borde de la malnutrición severa, como consecuencia de la limitada provisión de alimento. En el centro de recepción de Harmanli, el médico señala que el agua de grifo no es apta para el consumo ni para el mantenimiento de la higiene básica. Pero no hay acceso a otra fuente de agua para los residentes.
En los centros búlgaros de recepción de refugiados, la provisión de agua caliente y el mantenimiento de espacios y equipamiento en baños, dormitorios y áreas comunes siguen siendo deficitarias. Ya hace años que los dormitorios están cubiertos de suciedad y gravemente infestados de plagas, incluyendo chinches, piojos, cucarachas y ratas. Las reacciones alérgicas e inflamaciones cutáneas son comunes, como consecuencia directa de las plagas de insectos.
Los pies de las personas en movimiento también están dañados después de meses caminando largas distancias sin calzado adecuado. El CRB, además de organizar la distribución de comida, ofrece servicios y material médico y responde a situaciones de emergencia. NNK también ofrece cuidados médicos, distribuye ropa, organiza actividades para mujeres y niños y publica informes sobre la situación de las personas en movimiento y las frecuentes agresiones de que son objeto en las fronteras. NNK mantiene equipos en Bulgaria, Serbia, Bosnia, Italia y Ceuta.
Seguirán cayendo bombas, construirán vallas más altas, seguirán mirando al pueblo con el ojo de apuntar a matar. Seguiremos caminando y cocinando para compartir.
Solo el apoyo mutuo nos salvará.
Félix Díaz es profesor de Psicología en la New Bulgarian University. Participa en el grupo de Food Not Bombs en Sofia y en el equipo de investigación de la organización activista Europe Must Act, que promueve la recepción e inclusión digna de las personas refugiadas en Europa.
Para saber más:
Food Not Bombs (Comidas y No Bombas).
Collettivo Rotte Balcaniche (Colectivo Ruta Balcánica).
Bloody Borders Project (Proyecto Fronteras Sangrientas), que incluye testimonios de violencia fronteriza contra las personas en movimiento.
Border Violence Monitoring Network (Red de Monitoreo de la Violencia Fronteriza).
Europe Must Act (Europa Debe Actuar).