Enero 2021

La manzana

En mi primer contacto con la manzana, me contaron lo que Tiziano representa en el cuadro que acompaña este texto. Fue en la clase de Religión, cuando el maestro nos habló de una señora de nombre Eva que, tentada por el diablo, cogió una manzana y se la dio a su esposo, Adán, que la mordió, provocando con ello su expulsión del paraíso y el castigo eterno para ellos y sus descendientes. Este castigo por una simple desobediencia me pareció demasiado desproporcionado. Algo más tarde, volví a topar con la manzana en la clase de Aritmética, en el estudio de las fracciones: «¿Cuántas manzanas son la suma de 1/3 y 3/5 de una manzana?», o «¿si a una manzana le resto 1/8 y le sumo 1/3?». Mucho más tarde, me contaron en la clase de Física que una manzana había caído sobre Isaac Newton, y el incidente le había inspirado la teoría de la gravedad. ¡Qué importante era la manzana, pensé! Entonces no tenía ni remota idea de cómo era ese fruto, y sentía una gran curiosidad. Un fruto que había causado tanta desgracia a una pareja, me producía dolores de cabeza con las fracciones y estuvo a punto de matar a Isaac Newton, me caía muy mal. Nuestra reconciliación se produjo cuando descubrí que las cosas no eran exactamente como me habían contado, y después estando ya en Madrid, cuando me fue ofrecida de postre. No me pareció tan buena como la piña o el mango, pero era bonita, agradable y generosa, lo que me hizo interesarme por el árbol que la producía.

De nombre botánico Malus domestica Borkh. (familia Rosaceae), el manzano es un árbol de hojas caducas y tamaño medio de unos cuatro metros de alto pudiendo alcanzar los 12, que crece en suelos ácidos o básicos siempre profundos y bien drenados, generalmente en zonas de clima templado frío y húmedo. Se encuentra en casi toda la Península Ibérica, si bien abunda más en el norte. La floración y polinización se producen al principio de la primavera, y los frutos maduran generalmente en otoño.

Su origen, como el de muchas plantas cultivadas, es poco claro. Se cree que su domesticación se produjo hace unos 15.000 años en Asia central, posiblemente en el área comprendida entre el mar Caspio y la frontera de Kazajistán y Kirguistán con China. Los romanos lo introdujeron en varias partes de Occidente, donde actualmente se halla ampliamente extendido, a la par que se ha diversificado hasta contar unas 1.000 variedades cultivadas.

La manzana está presente en la cultura europea desde la época greco-romana, siendo un recurso común en la mitología griega, si bien se duda que el término usado para designarla correspondiera sólo a lo que conocemos hoy como manzana. El mismo Dioscórides, y sobre todo su traductor al castellano, Máximo Laguna, incluye en esta categoría las propias manzanas, los membrillos, los melocotones y los albaricoques.

Como alimento, es hoy uno de los frutos con mayor impacto comercial en el mundo. Se producen cerca de 65 millones de toneladas anuales, siendo los principales productores China, la UE, Estados Unidos, Turquía, India e Irán. España produjo cerca de 700.000 toneladas en 2019, y la comunidad autónoma con mayor producción fue Cataluña. Por su composición, la manzana aporta grandes beneficios fisiológicos al organismo y previene enfermedades. Además, es poco calorífica y su consumo con piel ralentiza la absorción de azúcares beneficiando así a las personas diabéticas.

Tradicionalmente, la manzana ha sido un remedio muy utilizado en fitoterapia. En su obra Plantas medicinales (publicada por primera vez en 1961), Font Quer cuenta muchas prácticas que apenas se ven hoy, pero cuya utilidad sigue vigente. Casi todas ellas tienen que ver con la solución de problemas intestinales, especialmente en niños. La más conocida es la cura de manzanas para personas con enteritis bacterianas. Consiste en una dieta estricta de manzanas maduras rayadas durante dos días, que conduce a una recuperación rápida; el jarabe de manzana es un laxante suave en niños, el agua de manzanas, una bebida recomendada para calmar la sed en personas con fiebres altas. Finalmente, el zumo de manzana es muy apreciado, bien para endulzar otros productos, o bien para tomar directamente en forma de mosto, o fermentado en sidra, una suave bebida alcohólica típica del norte de España.

 

Vicente Mazimpaka es profesor emérito de Botánica de la Universidad Autónoma de Madrid, de la que ha sido docente e investigador durante más de 40 años en su Departamento de Biología.

Font Quer, P. 1988. Plantas medicinales. El Dioscórides renovado. Editorial Labor, 11ª edición.