Julio-Septiembre 2021

Malnutrición y pobreza estructural en escolares de Puerto Madryn (Chubut, Argentina)
El estudio del crecimiento físico de niños y niñas es considerado un indicador sensible de la calidad del entorno en el que viven. Una de las herramientas empleada para estimarlo es la antropometría, que puede complementarse con otras medidas de los estándares de vida, ampliando así el poder del análisis histórico.
Desde hace varias décadas el equipo de Antropología Biológica del Instituto de Diversidad y Evolución Austral (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, IDEAus, Argentina,) y del Laboratorio de Investigaciones en Ontogenia y Adaptación (Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de la Plata, LINOA, Argentina,) viene desarrollando investigaciones colaborativas en la población infanto-juvenil de Puerto Madryn, ubicada al noreste de la provincia de Chubut, siendo uno de los conglomerados urbanos más importantes de la Patagonia argentina. Desde su fundación en 1865 por inmigrantes galeses, se distinguió por su carácter cosmopolita dado por la coexistencia de pobladores originarios y migrantes internos (provenientes de otras provincias argentinas, entre ellas Mendoza, Río Negro y Buenos Aires) y externos (principalmente de Bolivia y Chile). A mediados del siglo XX el arribo de migrantes en respuesta a procesos de industrialización contribuyó a que el número de habitantes aumentase trece veces en cuarenta años, convirtiéndola en una de las ciudades con mayor crecimiento urbano y demográfico relativo de Argentina en los años 70 del pasado siglo. En los últimos decenios, el incremento poblacional influyó en la expansión del tejido urbano y la falta de políticas habitacionales gubernamentales ocasionó el surgimiento del acceso a la tierra y a la vivienda como problemática.
Dado lo expuesto, se realizó una investigación cuyo objetivo fue estimar el estado nutricional de dos cohortes de escolares residentes en barrios con diferentes porcentajes de pobreza estructural de Puerto Madryn, transcurrido un decenio. A tal fin, se midieron entre 2001/2006 y 2014/2016 el peso corporal y la talla de escolares de ambos sexos, de edades comprendidas entre los 6 y los 11 años. Luego, se determinaron el estado nutricional y, con los porcentajes de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) obtenidos de fuentes censales correspondientes a los años 2001 y 2010, se estimó la pobreza estructural de los barrios en los que residían los niños y las niñas durante el lapso temporal estudiado.
Los resultados obtenidos indicaron una tendencia a la disminución de la desnutrición en los escolares durante el periodo. Probablemente esto se relacione con el desarrollo del PROMEBA, un plan estatal orientado a consolidar los asentamientos informales a través de obras de acceso a servicios públicos y mejoras en las viviendas y entornos urbanos. Se observó además que sólo uno de los barrios estudiados registró variación en las NBI durante el periodo. Esto se verificó en el noroeste de la ciudad, donde se incrementó la pobreza estructural. A pesar de ello, la malnutrición por déficit de los escolares no se incrementó en el periodo considerado, posiblemente debido a la existencia de redes sociales que contribuyeron a la contención y a la radicación en el barrio de las familias migrantes.
Respecto a la obesidad, se observó su incremento en todos los barrios durante el decenio. Dicha situación se relacionaría con la propuesta sobre la existencia dos tipos de niños y niñas gordos, según la consideración de Patricia Aguirre: los de la opulencia, resultado del mayor consumo de snacks y gaseosas, y alto sedentarismo; y los de la pobreza, quienes, además de encontrarse expuestos a problemas de salud asociados a la obesidad, podrían presentar una desnutrición oculta, ocasionada por una alimentación monótona basada en hidratos de carbono y carente de proteínas y micronutrientes. En relación con ello, debe tenerse en cuenta que los alimentos a los que acceden las familias de bajos recursos no necesariamente se corresponde con sus deseos o con las recomendaciones nutricionales.
La labor realizada permitió identificar que a lo largo de un decenio el nivel de pobreza estructural se mantuvo en gran parte de los barrios de Puerto Madryn, en tanto que el estado nutricional de los escolares residentes mostró variación. Así, se observó que mientras la desnutrición se mantuvo o disminuyó, la obesidad se incrementó y se distribuyó en todos los barrios. El abordaje holístico, característico de la Antropología biológica, permitió analizar el estado nutricional y la pobreza estructural en forma conjunta a las variaciones del contexto de residencia de la población infantil, brindando información para la identificación de grupos vulnerables valiosos para el diseño de políticas públicas en salud.
Bárbara Navazo es becaria posdoctoral y Evelia Edith Oyhenart investigadora del CONICET en el LINOA, y Silvia Lucrecia Dahinten investigadora asociada del IDEAus-CONICET. Las tres autoras son doctoras en Ciencias Naturales por la Universidad Nacional de La Plata (Argentina). Sobre su investigación en Puerto Madryn, puede leerse de las autoras de esta Pieza: Navazo B, Dahinten SL, y Oyhenart EE, Malnutrición y pobreza estructural. Comparación de dos cohortes de escolares de Puerto Madryn, Argentina. Revista de Salud Pública, 2018, 20(1): 60-66.
La investigación presentada en esta Pieza contó con el financiamiento de las entidades CONICET, ANPCYT, UNSJB y UNLP.