Noviembre 2018

La salud de las poblaciones y la sostenibilidad de los ecosistemas
Gelede es una ceremonia yoruba-nago que se realiza en los actuales países de Benín, Nigeria y Togo declarada en 2008 Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. La ceremonia requiere un prolongado trabajo artesanal para realizar máscaras y trajes, en el que se implican muchas personas. Se celebra con motivo de acontecimientos importantes, tanto para la vida personal y social como relativos al entorno natural donde aquellas transcurren. Entre los primeros destacan celebraciones y rituales sobre nacimientos, matrimonios y defunciones; entre los segundos, cosechas, sequias o epidemias. La máscara que ilustra esta Pieza del mes —depositada en el Museo Nacional de Antropología, en Madrid— forma parte de una importante colección de objetos etnológicos recogidos por el militar español Luis Sorela Guaxardo-Faxardo a finales del siglo XIX, cuando fue comisionado para realizar una misión científica por la costa occidental africana.
La celebración del ritual garantiza la transmisión del patrimonio oral a través de cantos que narran la historia y los mitos del pueblo yoruba-nago, entremezclando poesía épica y lírica. Los danzantes —mayoritariamente hombres— llevan las caras cubiertas con una máscara de madera policromada, que siempre representan a una mujer. Su origen coincide con el paso de una sociedad matriarcal a otra patriarcal, y su objetivo es rendir homenaje a la madre primordial, Iyà Nlà, y al papel que desempeñan las mujeres en la organización y el desarrollo sociales.
Las mascaradas simbolizan la importancia de la transmisión generacional del conocimiento tradicional y de la identidad colectiva, enfatizando el papel de los antepasados en tres aspectos esenciales para el mantenimiento del equilibrio social: la transmisión de la sabiduría ambiental acumulada, la rendición de honores al poder de las mujeres (gelede) y el emplazamiento a los jóvenes a continuar la transmisión generacional de su herencia cultural.
La Unesco, el organismo especializado de NNUU en todos los ámbitos educativos, funciona como un laboratorio de ideas, con una importante función normativa e innovadora basada en la incorporación de las nuevas aportaciones de investigadores y expertos, y su difusión. La certeza de los pueblos preindustriales sobre la necesidad de mantener sociedades solidarias y colaborativas, basadas en la transmisión intergeneracional de su sabiduría sobre el funcionamiento de la naturaleza y del universo para asegurar su sostenibilidad, son los aspectos que hoy se reconocen como patrimonio cultural inmaterial de los pueblos, así como la base de un futuro sostenible que planteó ya en 1987 el Informe Bruntland, Our Common Future.
Esta imagen es un excelente símbolo para sintetizar lo que se quiere debatir en las VII Jornadas Científicas de la Asociación para el Estudio de la Ecología Humana (AEEH), que, coorganizadas con el Museo Nacional de Antropología, se celebrarán en Madrid los próximos días 29 y 30 de noviembre y 1 de diciembre: la interrelación entre la salud poblacional y la sostenibilidad de los ecosistemas en el contexto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda de Naciones Unidas (NNUU) para 2030.
La Agenda 2030 de sostenibilidad plantea un nuevo modelo conceptual y metodológico basado en la gobernanza a través de sus distintos ODS, cuyo éxito depende de nuestra capacidad de comprender la interacción entre las dimensiones esenciales de la vida con su entorno, de medir su progreso y de transmitirlo a la ciudadanía. Desde su fundación, las diferentes Agencias especializadas de NNUU han realizado importantes contribuciones y avances discursivos y metodológicos para el progreso en los derechos humanos. El modelo de actuación propuesto por la Agenda 2030 integra la consecución igualitaria de estos derechos en un contexto de desarrollo sostenible. Su novedad conceptual reside en la definición trasversal de sostenibilidad, como el resultado de un proceso ambiental, sociocultural, económico y político, que permita satisfacer igualitariamente las necesidades de las generaciones actuales, asegurando al mismo tiempo el de las generaciones futuras, como recogía el pionero Informe Brundtland, que introdujo el término Sostenibilidad.
La Ecología Humana estudia la vida y la actividad humana en los ecosistemas que ocupa nuestra especie en el presente y en los que ha ocupado en el pasado. Se centra en la interacción biocultural del ser humano con su medio, explica por qué la cultura es el principal factor ambiental capaz de modificar los medios físico y biológico de los ecosistemas, de modular la expresión de los procesos biológicos y la salud de nuestra especie y de las especies que con ella conviven, y de condicionar sus tendencias de futuro. Sus bases teóricas, su metodología y sus aplicaciones prácticas son adecuadas para avanzar en la comprensión y evaluación de los problemas socio-ambientales establecidos en la Agenda 2030 de Desarrollo sostenible, y proporciona un contexto transversal, eficaz para actuar desde muy diferentes Áreas de conocimiento, contribuyendo así al avance de los ODS. Desde distintos ámbitos profesionales, investigadores y académicos, las personas invitadas a estas Jornadas se han centrado en comprender la interacción entre la salud de las poblaciones, la brecha de género y la sostenibilidad de los ecosistemas, resaltando la importancia que en ello tienen el conocimiento adquirido por los pueblos sobre el medio en el que habitan y, a través de la educación formal y no formal, su determinación para transmitirlo a través de las generaciones.
Museo Virtual de Ecología Humana (MVEH). En el MVEH pueden visitarse el Espacio expositivo “Mujeres y Sostenibilidad” (y sus Salas sobre Salud, Pobreza, Biodiversidad y Agua), y la Exposición temporal “Los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, elaborada por Francisco Sánchez Aguado. El programa completo de las VII Jornadas Científicas de la Asociación para el Estudio de la Ecología Humana (AEEH)/Museo Nacional de Antropología (MNA) puede consultarse en La salud de las poblaciones y la sostenibilidad de los ecosistemas.