Noviembre 2019

El impacto de la crisis económica sobre el peso al nacer en España

La crisis financiera iniciada en 2007 en EEUU ha tenido un impacto desigual sobre la salud de las poblaciones europeas, más grave en aquellos países cuyos gobiernos adoptaron medidas de austeridad y redujeron la protección social. En relación a la salud perinatal, se han asociado incrementos en la prevalencia de bajo peso al nacer y de retraso en el crecimiento intrauterino durante la crisis en aquellos países europeos que han sufridos más severas medidas de austeridad.

En la Tesis doctoral Tendencias recientes del desarrollo fetal en población española. Evaluación de las consecuencias ligadas al cambio en el perfil materno y la crisis económica hemos descrito también en la población española un impacto negativo de la crisis sobre el resultado del embarazo, evaluado con distintos indicadores del peso al nacer, así como un aumento de las disparidades sociales en salud perinatal, muy especialmente en función del nivel educativo materno. Estos resultados (articulados en cuatro trabajos de investigación publicados y un quinto en revisión, todos ellos en revistas con factor de impacto JCR) sugieren que la recesión económica habría afectado a la salud perinatal primero a través del aumento del estrés psicosocial y, en una segunda fase, como consecuencia del deterioro de las condiciones materiales de vida en sectores menos favorecidos de la sociedad española, y de manera diferente en madres primíparas y multíparas.

La crisis económica ha determinado en España una reducción sostenida de la natalidad (un 29% entre 2008 y 2018) y un nuevo remonte en la edad de primera y sucesivas maternidades, tal y como ha ocurrido en otros países europeos, lo que confirma que la profundidad de la recesión y los ajustes institucionales han vinculado estrechamente la conducta reproductiva con la economía en estos años. Tras un período de prosperidad económica, la población española sufrió a partir de 2008 un inesperado y prolongado período de incertidumbre psicológica que afectó a casi todos los sectores sociales antes del crecimiento efectivo de la pobreza y la desigualdad social. Durante los primeros cinco años de crisis económica, España sufrió un descenso del 8% en su PIB y el desempleo se incrementó 3,5 veces (hasta un 27,2%), mientras que el presupuesto público en salud se recortó en 10.000 millones de euros, un 16,5%. La inseguridad, la precariedad y el desempleo derivados de la recesión determinaron la postergación o la definitiva renuncia a una primera maternidad en las mujeres españolas, excepto en aquellas con estabilidad laboral y recursos asegurados.

Ciertamente, nuestros resultados confirman que durante la crisis aumentó significativamente entre las mujeres que accedieron a la maternidad —tanto primíparas como multíparas— la contribución de mujeres de más alto nivel laboral y de mayor edad, evidencias de una severa selección socioeconómica materna durante la crisis. Así, el número de mujeres con 35 años o más, tanto primíparas como multíparas, aumentó de manera significativa, duplicándose hasta superar una tercera parte; más de la mitad de las madres son hoy mujeres con ocupaciones de alta cualificación, mientras que el porcentaje de madres que no trabajan se ha reducido a la mitad.

Las tendencias que muestra la prevalencia de bajo peso al nacer (BPN, bebés con menos de 2.500 gramos) sugieren sin embargo que esta selección social fue más intensa en las mujeres que eran ya madres que en las primíparas, dado que durante la crisis la prevalencia de BPN descendió significativamente en las primeras, mientras que aumentó y se estabilizó en máximos valores desde hace dos décadas en las segundas. Estas diferencias por paridad  respaldan la consideración de que la decisión de ser madres apremia principalmente a las mujeres nulíparas cuanto más se aproximan a los límites biológicos de su fecundabilidad, lo que determina que asuman su embarazo aún en época de crisis y bajo un fuerte estrés sicosocial, mientras que las mujeres que ya son madres optarán por un nuevo embarazo sólo si disponen de suficientes recursos y estabilidad laboral, en la medida que su decisión reproductiva es menos acuciante. El mantenimiento de estas altas prevalencias entre las primíparas durante toda la crisis se relacionaría así con el estrés impuesto por la crisis económica y/o limitaciones materiales reales, y la determinación de tener un recién nacido debido al aumento de la edad de maternidad.

En términos globales, la  crisis económica frustró las oportunidades y los deseos reproductivos de amplios sectores de la población española e inmigrante, determinó un empeoramiento inmediato y amplio del resultado del embarazo, y, finalmente, durante los peores años de la crisis (2009, 2010), contribuyó al aumento de las disparidades en la salud perinatal entre las madres de categorías sociales extremas, con prevalencias de BPN cercanas al 10% (en partos simples) entre las más desfavorecidas, un valor inimaginable en un país del nivel socioeconómico de España.

 

José Manuel Terán de Frutos presentó el pasado 18 de octubre su Tesis doctoral Tendencias recientes del desarrollo fetal en población española. Evaluación de las consecuencias ligadas al cambio en el perfil materno y la crisis económica, desarrollada en el marco del programa de Doctorado del Departamento de Biología de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de Madrid bajo la dirección de Carlos Varea, miembro de su Comisión Docente de Antropología Física. Uno de los artículos que componen esta Tesis (Terán et al., New birthweight charts according to parity and type of delivery for the Spanish population. Gaceta Sanitaria, 2017, 31, 2: 116-122) fue premiado como mejor trabajo de investigación del año por la Sociedad Española de Epidemiología.