Mayo 2020

COVID, crisis y estress emocional 2020.

La salud humana se entiende mejor desde una perspectiva biocultural, que incluye todos los aspectos de la Ecología Humana en términos de biología, comportamiento, pensamiento y creencias. El 2 de abril de 2020 en EEUU, un conductor de ferrocarriles  de carga descarriló a propósito su tren para destruir el buque hospital Mercy, enviado para ayudar con la crisis de COVID-19. El conductor del tren explicó que lo había hecho  porque creía que el Mercy formaba parte de actividades sospechosas relacionadas con el coronavirus. También, durante la primera semana de abril, las torres de comunicación de telefonía móvil fueron incendiadas en Birmingham, Liverpool y Melling (Reino Unido) por personas que identificaban a la tecnología 5G como causa de COVID-19. Tales cosas siempre suceden durante las pandemias. En el año 1630, una epidemia de peste bubónica estalló en Milán, que además estaba en guerra con España. Cuatro españoles en Milán fueron arrestados, acusados de propagar la peste y condenados a muerte por tortura. Durante la pandemia de peste de 1349, los habitantes de Estrasburgo, en Alsacia, acusaron a los judíos de envenenar los pozos de agua. Mil judíos fueron arrestados, llevados al cementerio y quemados vivos. Estos casos y otros de paranoia y asesinato durante las pandemias son descritos por el historiador médico Frank M. Snowden en su libro Epidemias y sociedad: de la peste negra al presente (2019, Yale University Press).

El miedo a la enfermedad pandémica se propaga tan rápida y profundamente como la misma enfermedad. El miedo se manifiesta de muchas maneras, desde la paranoia y violencia extremas hasta la xenofobia, cierre de fronteras, bloqueos económicos y distanciamiento social. El miedo invade todos los niveles de la sociedad: quienes viven en la pobreza son los que más sufren en términos materiales e incluso el 1% más rico vive con la inseguridad de los mercados bursátiles y los precios del petróleo. El miedo causa estrés emocional. El estrés emocional crónico —inseguridad que dura meses o años— tiene un impacto biológico en las personas.

Junto con un grupo de colegas, hemos investigado el impacto del estrés emocional crónico sobre el crecimiento humano, analizando los cambios en el peso al nacer asociados a la crisis económica de 2008 en España. Se detectó una disminución en el peso al nacer en prácticamente todos los grupos socioeconómicos en España en los años previos, y especialmente, durante la crisis económica. Interpretamos los resultados en términos de inseguridad económica y estrés emocional causado por la propia crisis y por la austeridad económica y social derivada de las medidas que el gobierno impuso durante este período. Nuestros hallazgos están respaldados por estudios en otras poblaciones, donde la inseguridad económica y el estrés emocional materno afectaron al crecimiento tanto antes como después del nacimiento. Investigaciones recientes, publicadas a partir de 2018, interpretan el bajo peso al nacer y el crecimiento más lento de los bebés y niños y niñas como el resultado de una producción excesiva de hormonas de estrés en sus madres. A corto plazo, las hormonas del estrés ayudan a nuestros cuerpos a hacer frente a enfermedades, fracturas óseas y situaciones emocionales adversas. Pero, a largo plazo, la elevación crónica de las hormonas del estrés daña nuestros cuerpos, ralentiza el crecimiento de los huesos, reduce nuestra estatura y aumenta el sobrepeso

El peso al nacer es uno de los predictores clave de riesgos para la salud al nacimiento  y en etapas posteriores de la vida. Las consecuencias del bajo peso al nacer incluyen mayor riesgo de infección, menor capacidad de aprendizaje y rendimiento escolar, mayor riesgo de problemas psicológicos, menor nivel de ingresos en adultos, mayor riesgo de sobrepeso, diabetes y enfermedades cardíacas en la etapa adulta y, en promedio, una edad más temprana de muerte. El peso al nacer se encuentra bajo una selección estabilizadora muy fuerte, no demasiado baja ni demasiado alta, y por lo tanto es una característica clave de nuestra biología, que continúa impulsando la evolución humana. La crisis actual de COVID-19 es de naturaleza biocultural, con un impacto social, económico y emocional importante e inmediato. Se necesitarán dos o más generaciones para evaluar las consecuencias bioculturales de la crisis actual en las personas, desde los fetos hasta las personas ancianas. Planteamos la hipótesis de que en el futuro inmediato habrá un incremento del estrés emocional materno y una disminución global en el peso al nacer.

 

Barry Bogin es catedrático emérito de Antropología Biológica en la Universidad de Loughborough, en Reino Unido, y catedrático emérito de Antropología en la Universidad de Michigan-Dearborn, EEUU. La tercera edición de su imprescindible obra Patterns of Human Growth will será publicada por Cambridge University Press en los próximos meses, y es miembro del Salk Institute Center for Academic Research and Training in Anthropogeny (CARTA) de la Universidad de San Diego California en EEUU. Algunos de los estudios sobre el impacto sobre el peso al nacer relacionados con la crisis económica de 2008 en España son Is the economic crisis affecting birth outcome in Spain? Evaluation of temporal trend in underweight at birth (2003-2012) (2016) Low birthweight prevalence among Spanish women during the economic crisis: Differences by parity. Annals of Human Biology (2020) y Social disparities in Low Birth Weight among Spanish mothers during the economic crisis (2007-2015) (2018).

Li Zhong es presidente de la Asociación de Artistas del Distrito Fengxian, Shanghai (China). Una entrevista con Li Zhong y una serie de pinturas sobre la lucha en China contra el área de la pandemia COVID-19 están disponibles en Painting an epidemicUna entrevista reciente con el historiador médico Frank M. Snowden está disponible en Talk Radio Europe.