Un paisaje agrario con historia

Un paisaje agrario con historia
Fecha desconocida. Familia campesina, Fuenlabrada (Madrid) © Archivo Municipal de Fuenlabrada

Un paisaje agrario con historia

El Catastro de la Ensenada —realizado entre 1749 y 1759 con motivo de las averiguaciones llevadas a cabo en los territorios de la Corona de Castilla para conocer, registrar y evaluar los bienes, rentas y cargas de los habitantes y sus pueblos con la finalidad de sentar las bases de un nuevo sistema fiscal— aporta importantes datos que constituyen la fuente de información para el estudio de las bases económicas, sociales y jurídicas sobre las que reposaba la sociedad castellana del Antiguo Régimen. Los datos de las Respuestas Generales del Catastro reflejan una población en los municipios de Fuenlabrada, Getafe y Leganés cercanos a Madrid a mediados del siglo XVIII eminentemente rural y con un marcado carácter periurbano condicionado por la capital de la Monarquía hispánica. La agricultura tenía entonces un peso dominante frente a otros sectores, además de que la mayoría de los oficios restantes se dirigían a la transformación y comercialización de productos agropecuarios (panaderos, pajeros, tejedores de jerga, arrieros, transportistas de trigo y harina y bodegueros).