Tradicional «bolsa de agua caliente»
La botella de barro rellena de agua se utilizó casi hasta los años setenta del siglo pasado en las áreas montañosas castellano-leonesas, caracterizadas por fríos inviernos.
Con ellas se calentaba la cama antes de acostarse o se aliviaba un dolor de estómago. En pocos años se pasó de la botella de barro a la manta eléctrica y a las grandes infraestructuras como la calefacción central, basadas en servicios proporcionados por empresas, basados en energías diversas, algunas muy contaminantes.
Usado generalmente por familias más acomodadas, el calentador de camas de cobre —que contenía carbón encendido— se desplazaba por las sabanas para calentarlas justo antes de acostarse.
Calentador de camas. © Museo del Traje